jueves, 25 de junio de 2009

MENUDO TRABAJO TENGO

Qué maldición esto de trabajar en el primer subsuelo. Encima un subsuelo de hospital, tan cerca de la morgue que no me animo ni a levantar la voz porque el silencio que la rodea es casi exquisito, algo que no se debe romper con la sonoridad de una palabra o el entrechocar de algún objeto.

Para colmo tengo la guardia nocturna. Atender el teléfono en esta soledad infinita, porque trabajo sola, absolutamente sola y aislada de todo y de todos, es un sacrilegio a la inconmensurable quietud de los muertos.

Siento que este silencio me aplasta, que trata de arrancarme el frágil juicio que me queda para tirárselo a los gatos que pululan como fantasmas en los jardines del hospital. Carajo, con tantos laburos y yo departiendo en este hueco rebosante del llanto mudo de los que se fueron, ahí nomás, del otro lado de la pared.

No puedo dejar de pensar que las noches en este sitio están plagadas de cuentos de terror, donde la realidad pelea a capa y espada con la incongruencia lastimosa de los despojos que una vez fueron gente como yo.

¿Vagarán sus espíritus a través de los amplios corredores que circundan este primer subsuelo? ¿Estarán respirándome en la nuca mientras escribo? Gran paradoja, hilachas de utopías que trato de abarajar en el aire estancado de este recinto podrido que lucha por desquiciarme sin éxito.

Má sí, che. Cada uno trabaja donde puede. Gracias que tengo trabajo. Las utopías son parte de la vida, así que es mejor convivir con ellas y no pensar que mañana, puedo ser un cuerpo más del otro lado de la pared, allí en esa cámara refrigerada.

32 comentarios:

MAJECARMU dijo...

Liliana,esa soledad..Ese vacío en los pasillos..Ese silencio..te susurra su sabiduría que tomas en las palabras y templa tu espíritu,para después librar tu batalla contra el ruido y la irracionalidad de la vida..!

Te felicito por tu narración que imagino real,aunque a veces tenga matices de irrealidad para ti.

Un abrazo y gracias por compartir.
M.Jesús

mari dijo...

Lili,no dudes que respiran en tu nuca y te acompañan,yo lo haria...ni en el otro mundo yo me privaria de tus letras...

Un beso preciosa!!!!

PATSY dijo...

¡Estupendo Lili! Le ponés magia hasta a lo que no la tiene. Creaste un espacio dentro de otro. Mis felicitaciones, amiga del alma.
Besos.

lys dijo...

No creo que tengan aliento para nada, no creo que te inspiren, creo que todo el mérito es tuyo, que eres genial.

Y claro que sí, un trabajo es un trabajo y hasta el más ideal es trabajoso.

UN BESO.

Liliana G. dijo...

Muy cierto M. Jesús, esos pasillos son un remanso de silencio donde se esconden los fantasmas con su magia y su misterio.
La realidad y la fantasía son parte de la vida.
Gracias amiga.
Un besazo.

Liliana G. dijo...

Jajaja Mari, no me canso de decir que sos genial. Pero espero que ellos no me respiren en ningún lado, jajaja.
Cariños, reina.

Liliana G. dijo...

Guauuu Nirvana, me gustó eso de "un espacio dentro de otro", no lo había pensado pero tenés razón, hacemos nuestro propio lugar, en el lugar en que estamos.
Besotes.

Liliana G. dijo...

Yo pienso lo mismo Lys, a decir verdad me gusta jugar con el misterio. Además adoro mi trabajo, creo que después de escribir es lo mejor que me pudo pasar (por fuera de mi parte personal, se entiende).
Gracias amiga.
Un cariño muy grande.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

A todo se acostumbra uno, ¿verdad?

Es duro, pero hay que agradecer todo.

Un abrazo.

Francisco Javier dijo...

No han de venir tus recelos de los muertos sino de los vivos.
De la soledad, que te voy a decir a tí, que la vives en tu trabajo.
Te imagino allí, sola y rodeada de silencio, esperando una llamada que rompa ese momento. Piensa Lili que no estás sola, que en la distancia hay gente que se acuerda de tí, incluso en esos momentos. Piensa en cosas buenas y bellas, lee, escucha la radio. Que no te traicione la mente ni el silencio, ni tan siquiera la monotonía.
besos
hs

Javier Tissera dijo...

Si algunos de esos le habla... no le haga mucho caso, Recuerde al de Canterville... Háce amistad, por ahí te ayudan con el laburo
Un abrazo

Antonia Maíllo Zamora (Antoñi) dijo...

Liliana es fabulosa tu descripción, resulta expectante, te tensa los nervios, que acabas intuyendo fantasmas detrás de tu espalda, observándote. El final es un asalto a la imaginación para hacerte volver a la realidad, como cuando estás en el cine, todavía sumergida en la trama de lo que ha sido la película y aparecen los titulares del final y se enciende la luz….. Felicidades, realmente fabuloso este relato…. Besos, Antoñi

Liliana G. dijo...

Es verdad Javier, a todo se acostumbra uno, hasta que lo cotidiano se hace natural y ya no te das cuenta de tu primera impresión.

Aunque te parezca bizarro, disfruto tremendamente mi trabajo, cosa que a pocos he escuchado decir. Así que cómo no agradecer.

Un beso grande, amigo.

Liliana G. dijo...

Tremendamente cierto Paco, no es a los que no están a quienes hay que temer...
Pero no tengas pena por mí, querido amigo, porque realmente estoy muy cómoda en ese lugar, y sólo tomé apreciaciones de mis compañeros.

Y Paco, te digo algo, a Liliana no la traicionan así nomás, jajajaja.

De todos modos es hermoso saber que amigos como vos me acompañan a la distancia.

Un beso muy grande amigo del alma.
sp

Liliana G. dijo...

Tenés razón Javier, que por lo menos sirvan para algo,(además no hay que pagarles) Jajajaja

Un fuerte abrazo.

Liliana G. dijo...

Antoñi, hoy estás empeñada en inflarme el ego (y de vez en cuando un poquito está bien) ¡¡GRACIAS!!
Realmente es un placer recibir tus palabras y pensar que pude plasmar lo que quise.

Un beso inmenso.

Mª Ángeles Cantalapiedra dijo...

te inflaman el ego porque hay motivos, guapa... por cierto felicidades por la revista, está genial.
un besazo enorme... oye, cómo puedo hacer para poner el link en el block de la lola y haceros publicidad? investigaré...

Charly T. dijo...

Fantástico Lili, el humor y la ironía se dan la mano con la prosa poética y con la realidad, de una forma naturalmente impactante.
El relato me ha dejado una sensación de plenitud al leerlo. No le falta nada.
Un beso grande, amiga.

Anónimo dijo...

Es mejor bendecir el trabajo que se tiene y no, como tú dices, siendo un cuerpo empotrado en la pared.

Un fuerte abrazo para ti y que tengas un feliz fin de semana.

Liliana G. dijo...

Muchísimas gracias Mª Ángeles por la felicitación y muchísimas gracias por tu genial colaboración en Papirando Nº 4.
Me pongo en contacto por mail y te digo.
Besotes.

Liliana G. dijo...

Me encanta que te haya dado esa impresión Charly, la sana ironía muchas veces es la mejor arma para ahuyentar los miedos infundados.
¡Gracias!
Un cariño inmenso.

Liliana G. dijo...

A no dudar Salvador, a no dudar...
Hoy en día tener un trabajo es motivo de celebración.

Un fuerte abrazo y que tengas un excelente fin de semana, amigo.

Linus dijo...

Verdad que me has impresionado con tu relato amiga. Tal vez por el modo tan particularmente sutil de hacerlo, tal vez por la naturalidad que le confieres al hecho... Lo cierto es que me ha encantado descubrir esta nueva faceta tuya, es que cada cuento es diferente. Notable.
Un fuerte abrazo.


Muy buena la reseña de terror que has hecho para la revista Papirando y felicitaciones por haber merecido el post en My Miedo.

Vicky Cateura dijo...

Querida Lili, me haces envidiarte por partida doble, ahora, aparte de envidiar tu maestría con las letras, debo sumarle la envidia por trabajar en esa unidad tan silenciosa y tranquila, vamos que si me lo propusieran no dudaba en aceptar el traslado a ese remanso de paz. Cambio esa impresión tuya de que te respiran en la nuca mientras escribes, por la mía. A mi me respiran,me hablan, me exigen, me vomitan, me... de todo por diossss!!!..y no es una sensación, es real.
Besitos guapaaaa y buen finde

Anónimo dijo...

¡¡No te puedo creer, Lili!! ¡No me habías dicho nada de este relato! Decime que se lo puedo mostrar al resto de la gente, please.

Jamás se me ocurrió pensar en este lugar en los términos que vos lo planteás, es decir, con humor e ironía.

¡¡SOS UNA GENIA!!
Muchos besos.
Marcos

(Cuando vaya a mi guardia, creo que ya iré de otra manera, pensando en tu relato...)

Liliana G. dijo...

Muchas gracias Linus, siempre que te encuentro desmenuzando mis cuentos o mis poemas es para recibir de tu parte estas cálidas palabras.
Realmente es un estímulo para mí el saber que estás tan atento a mis trabajos.
Un cariño muy grande.

Liliana G. dijo...

Jajajaja Me encanta tu espontaneidad I AM, sos divina. Es cierto que me siento muy a gusto con mi trabajo, cosa que muchos no comparten, pero amiga, lo que vos decís... ¡es un remanso!

No escucho el continuo cotorreo de la gente, ni el enloquecedor ruido de los automóviles, ni la tele, ni el ascensor... ¡es una delicia!
Claro que cuando suena el teléfono no es cualquier llamada...

Muchas gracias, querida amiga, de todo corazón. Besos.

WebMaster dijo...

Liliana García, me llevo este cuento al Blog My Miedo

Liliana G. dijo...

¡¡Ah, no!! Eso no vale Marcos, habíamos hecho un trato, que no se te olvide.

Jajajaja Bueno, pensándolo bien, si el resto de la gente lo leyera a lo mejor les pasaría como a vos, lo vería de otra manera...

Gracias amigo y compañero.
Un beso enorme.

Liliana G. dijo...

WebMaster, con todo gusto. Te lo agradezco sinceramente.
Lo único que lamento es no saber quien sos. Pero por el tema que tocamos, el misterio viene bien.
Un abrazo.

Azpeitia poeta y escritor dijo...

así que es mejor convivir con ellas y no pensar que mañana, puedo ser un cuerpo más del otro lado de la pared, allí en esa cámara refrigerada....relato detallado, discretamente sentido, que te arrastra a esos pasillos, fríos silenciosos de la morgue...el párrafo que subrayo es demoledor, pero real, un abrazo desde azpeitia

Liliana G. dijo...

Me gusta lo de discretamente sentido, azpeitia, porque es real. Así sin estridencias malsonantes ni malsanas, con naturalidad y sin apego. Los pasillos no tienen la culpa de llegar hasta donde llegan...
Gracias por tus palabras.
Un abrazo.