jueves, 20 de noviembre de 2014

DOS PALABRAS (Un homenaje al Día Internacional del Cuento)




El día en que la Tierra renació de sus propias cenizas, y los hombres volvieron a pisar la superficie resquebrajada del suelo, ese día, comenzó la búsqueda. Una búsqueda que duró siglos, mientras las nuevas civilizaciones se afanaban en remover toneladas de escombros, escarbando bajo la tierra. Los historiadores querían una prueba de la existencia de la palabra escrita, sólo una para  que dejara de ser leyenda.
Pero un día, casi por azar, un volumen maltrecho y apenas legible fue hallado entre los restos momificados de un hombre desconocido que lo había preservado en su abrazo postrero.
Como los sabios no podían entender aquellos signos, recurrieron al registro digital. La voz monocorde de la máquina leyó el título en varios idiomas: “Voina y mir”, La Guerre et la Paix, Guerra y paz. Debajo un nombre extraño, “León Tolstoi”. Ese día fue memorable, habían descubierto dos palabras, una casi había acabado con el mundo,  la otra, le había devuelto la vida.

31 comentarios:

tecla dijo...

Desconcertante tu cuento, Liliana.
Me pregunto yo a mí misma ¿Cómo es que había registro digital?
Por eso me resulta desconcertante y me hace pensar.
Hermoso libro el de León Tolstoi.
Hermoso tu relato.
Mágico, misterioso.

Liliana G. dijo...

Es verdad, Tecla, se ve que algo se salvó de la destrucción del mundo, el registro era de voces... pero lo mejor es que el cuento es de ciencia ficción y me puedo permitir fantasear con lo que sea ;)

¡Graciaaaas!

Un beso enorme.

Dyhego dijo...

¡Ojalá triunfe la segunda!
Cariños, Liliana.

Madre Pepa dijo...

Un relato de ficción distópica que, como es habitual en la gran Liliana, termina abriendo la puerta a la esperanza. Sin esperanza, ¿qué sería del mundo? ¿Qué sería de los escritores? Liliana, una vez más, nos invita a reflexionar, como debe ser en la Literatura mayúscula.

Liliana G. dijo...

Eso depende de nosotros, Dyhego, va a costar pero lo lograremos.

Más cariños para vos.

Liliana G. dijo...

La esperanza, una palabra preparada para abrir todas las puertas de la vida, mensaje del alma y camino hacia el futuro...

¡Gracias, Madre Pepa! De todo corazón.

Un cariño inmenso.

ZEDIECK dijo...

Admiro la maestría con que has manejado un tema que pudo haber sido utópico, pero terminó siendo de una excelencia feroz.
Felicitaciones, Liliana.

Abrazos

Charly T. dijo...

Esperemos que no lleguemos a esos extremos, que la Humanidad sepa respetarse como tal y que prime la cordura. Tu cuento, Lili, acaricia los sentimientos y nos envía un mensaje de paz.
¡Excelente!

Un abrazo gigante.

Unknown dijo...

Algo se salvo!!!
Saludos

PEPE LASALA dijo...

Me quedo con la paz, con la que devuelve la vida y abraza a la humanidad. Me ha encantado Liliana, una ciencia ficción con sentimiento. Un fuerte abrazo y buen fin de semana amiga.
@Pepe_Lasala

Liliana G. dijo...

Muchas gracias, ZEDIECK, entiendo el punto. Las palabras sirven para todo, para el elogio y para la crítica, por eso aprovecho un cuento para ilustrar la última.

Un fuerte abrazo.

Liliana G. dijo...

Ojalá que todos los que lean el cuento, aunque sea de ciencia ficción, tomen conciencia que vamos camino a perder todo lo que hemos conseguido en tantos miles de años.

Muchas gracias, querido Carlos, me contenta tu comentario.

Besos

Liliana G. dijo...

Siempre algo se salva, ese es el prodigio de la naturaleza, no tiene empachos en renacer como el Ave Fénix...

Gracias, las viudas de David.

Un abrazo.

Liliana G. dijo...

yo también, Pepe, la paz es lo que impulsa a la vida a mantener los ideales más elementales.

¡Gracias, querido amigo! Buen fin de semana.

Besos

PATSY dijo...

Holaaaaaaa, Li!!!!! Ahora que mis nietas se fueron me puedo dar el lujo de pasearme por tus blogs y deleitarme con cuentos como este.
GENIAL!!!!

Besos, hermana, nos vemos!!!

La abuela frescotona dijo...

solo dos palabras y haces un relato, algo así como el alfa y el omega, eres una "genia" nena, te abrazo Lili

Rodolfo de Jesús Cuevas dijo...

Saludos, Liliana querida:

Ciertamente muy profundo tu microrrelato, apreciada amiga y hermana. Como sabes, yo soy partidario de que en el mundo prevalezca la PAZ. me encantó tu relato y me encanta León Tolstoi.
Recibe mis mejores abrazos y gracias, Lili, por ese hermoso comentario dejado en mi espacio.
Salud y bendiciones siempre.

Linus dijo...

Magnífico relato, el futuro depende de esa Paz tan deseada y muchas veces tan ausente. Has puesto en pocas palabras, el pensamiento universal.

¡Feliz Navidad! Un gran abrazo, querida Liliana.

Lapislazuli dijo...

Muy buen relato
Abrazos

Recomenzar dijo...

intenso intensa
mujer
tus textos tienen sentido de la vida

Kiki Nikon dijo...

Hacía tiempo que no pasaba por aquí, me doy cuenta que me estaba perdiendo cuentos como este. Es una gnenialidad.

Un fuerte abrazo,Liliana.

Liliana G. dijo...

Te contesto bastante más tarde de lo que hubiera deseado, Patri, pero te contesto al fin. A estas alturas tus nietas ya deben haber terminado la secundaria :)

Pilas de gracias.

Un beso grande.

Liliana G. dijo...

Gracias, Abue!!!!!!! Menos mal que no volvés hasta dentro de unos días, así te encontrás con el comentario contestado.

Besazos.

Liliana G. dijo...

El comentario que te dejé en su momento, es el que me salió del alma, querido Rodolfo, tal cual como los tuyos.
Creo que todos estamos de acuerdo, sin paz, no hay vida, ni mundo, nada...
Muchísimas gracias!!!

Un cariño enorme.

Liliana G. dijo...

A veces es necesario que escribamos algo tan elocuente para sentirnos apoyados en un proyecto de vida más allá de los renglones.

Gracias, Linus.

Un fuerte abrazo.

Liliana G. dijo...

Gracias, Lapislazuli :)

Un beso.

Liliana G. dijo...

Todo en la vida debe ser intenso, así lo siento y así lo escribo, es lo que la vida se merece.

Gracias, Mucha.

Besotes.

Liliana G. dijo...

No importa que no pasaras, yo tampoco estaba publicando. Hoy estoy nuevamente en marcha.

Muchas gracias, Kiki.

Cariños.

Carlos Reyes dijo...

Es un excelente cuento. genial composición.

Carlos Reyes dijo...

Esperemos que estos relatos distópicos sólo sean eso.

Liliana G. dijo...

Gracias, Carlos, y no te preocupes, este cuento seguirá siendo distópico y sólo eso... mientras los seres humanos aprendamos el significado de la vida.
Un abrazo,