viernes, 15 de abril de 2011

DOS PALABRAS

El día en que la Tierra renació de sus propias cenizas y los hombres volvieron a pisar la superficie resquebrajada del suelo, ese día, comenzó la búsqueda. Una búsqueda que duró siglos, mientras las nuevas civilizaciones se afanaban en remover toneladas de escombros, escarbando bajo la tierra. Los historiadores querían una prueba de la existencia de la palabra escrita, sólo una para que dejara de ser leyenda.

Pero un día, casi por azar, un volumen maltrecho y apenas legible fue hallado entre los restos momificados de un hombre desconocido que lo había preservado en su abrazo postrero.

Como los sabios no podían entender aquellos signos, recurrieron al registro digital. La voz monocorde de la máquina leyó el título en varios idiomas: Voina i mir, La Guerre et la Paix, Guerra y Paz. Debajo un nombre extraño, “León Tolstoi”. Ese día fue memorable, habían descubierto dos palabras, una casi había acabado con el mundo, la otra, le había devuelto la vida.

46 comentarios:

El alegre "opinador" dijo...

Inquietante...
Un saludo.

Antonio Misas dijo...

Liliana,

Las dos palabras que son los dos caminos del futuro. Qué cuento tan sencillo y tan GRANDE has escrito MAESTRA.

Muchos besos

Juan Sin Nombre dijo...

Si hay algo que seguro sobrevivirá al hombre, es la palabra escrita, la esencia misma del saber y la comunicación, tal vez para que el mundo no deba comenzar desde cero...
¡Estupendo micro, Lili!
Un beso y buen fin de semana.

MAJECARMU dijo...

Liliana,excelente micro,amiga...!!
La palabra,siempre la palabra ha de salvar al hombre de la guerra y conducirle a la paz,si no la palabra no será trascendente y eterna,sino finita y caduca.
Mi felicitación y mi abrazo inmenso,amiga.
FELIZ FIN DE SEMANA.
M.Jesús

Mary dijo...

Que pena que para conocer la palabra PAZ se tenga que conocer la palabra GUERRA....GENIAL como no podia ser de otra manera GENIAL Lili.

Un besazo enorme¡!

Ana dijo...

En poco más de un centenar de palabras, está dicho casi todo sobre el ser humano. Guerra y paz... Y, en la paz, el amor, también el amor por la lectura. Un microrrelato que invita a ser releído varias veces, tal y como demanda la buena literatura. Enhorabuena, Liliana.

Balovega dijo...

Buenos días..

Muy buen texto.. la palabra siempre quedará en el tiempo...

Un saludo de buen día y feliz semana

//elojodelhuracan// dijo...

Me impactó mucho la imagen de ese libro hallado entre los brazos de una momia. El gesto de salvaguardar las letras me parece sublime.
Te superás en cada entrega. Felicitaciones, Liliana.

Un gran beso para vos.

Jose Manuel Iglesias Riveiro dijo...

Guerra y Paz, la humanidad lleva toda la vida entre esas dos palabras, abrazando la guerra y deseando la paz, amando la paz y odiando la guerra, pero sin poder abandonarlas.
Parece nuestro sino de amor y odio.
Un beso.

PATSY dijo...

¿Tanto se puede decir con un pequeño puñado de palabras? Yo digo que sí, la historia de la Humanidad resumida en la inmensidad de un microcuento, uno escrito por alguien que tiene el don de la expresión: vos, Lili.

GENIAL!!!

Un beso

Mª Carmen dijo...

Gerra y paz, dos palabras que siempre caminan juntas, por desgracia así es y así me temo que será siempre.Una entrada llena de realidad.Besitos

Charly T. dijo...

Paz, una palabra que siempre le devolverá la vida al mundo. Guerra una palabra que debería borrarse del diccionario de la vida.
Excelente micro, Liliana, de esos que te erizan la piel con la emoción de la lectura.
Besos.

Liliana G. dijo...

Tanto como el pensamiento de guerra, ignominia de la vida...

Muchas gracias, Opi.

Un cariño.

Liliana G. dijo...

Es verdad, dos caminos que se bifurcan y que tal vez nunca vuelvan a encontrarse. Qué necio es el hombre.

Mil gracias , Antonio, posiblemente yo sea Maestra, pero a la vez soy Alumna de Discípulos como vos :)

Besotes.

Liliana G. dijo...

No hay forma, creo, de que la palabra escrita muera. Se han sucedido sendas hecatombes a lo largo del tiempo: guerras, fenómenos naturales, ignorancia (sí, la ignorancia es una hecatombe) y sin embargo, la palabra escrita logró sobrevivir a todas ellas... ¿por qué no lo haría siempre, por el tiempo de los tiempos? Mi única contestación es "porque la palabra es mágica".

Gracias, Juan.

Un beso grande.

Liliana G. dijo...

Así es, María Jesús, la palabra contiene la esencia de la Paz, es el Alfa y el Omega de las sociedades, y como tal, la única que nos hace libres ante oprobio de la guerra.

Muchísimas gracias querida amiga, espero que te repongas rápidamente.

Besos y cariños.

Liliana G. dijo...

Es verdad, Mary, los seres humanos somos así de contradictorios... si no se conociera la guerra, no sabríamos lo que es la paz. La pena es que sabiéndolo, no cuidamos de ella.

Muchas gracias, reina.

Besos y abrazos.

Liliana G. dijo...

Quizás, querida Ana, ni siquiera sea necesario este centenar de palabras, si el ser humano tuviera conciencia y corazón, bastaría con eso para encontrar la paz que hoy nos parece una utopía.
Mil gracias por tu lectura y relectura, este es un regalo que para mí no tiene precio.

Un cariño inmenso

Liliana G. dijo...

Siempre, Balo, la palabra es el hito fundamental de la sociedad de todos los tiempos.

Gracias, amorosa.

Besos y feliz semana.

Liliana G. dijo...

Un gesto que a futuro podría parecer primitivo, es cierto, pero un gesto póstumo de alguien que sabía que si no sobrevivía él, por lo menos debía sobrevivir ese libro...

Gracias, Jorge.

Un abrazo enorme.

Liliana G. dijo...

Nada tan real como tus palabras, José Manuel, la guerra y la paz, esas dos palabras eternas, se debaten entre una especie de amor tóxico que el hombre no termina de definir.

Gracias por pensar junto conmigo, es un gusto.

Besos.

Liliana G. dijo...

Hay vivencias que se pueden expresar hasta con los silencios, hay otras que necesitarían de cientos de volúmenes y así y todo no alcanzarían para definir un concepto.
Yo solamente observo y escribo, he allí el poder de las letras.

Gracias, Patsy, gracias de verdad.

Un beso gigante.

Liliana G. dijo...

Maricarmen querida, siempre queda la esperanza de que algún día, una de esas palabras, se pierda para siempre en el camino. ¿Ilusión? Tal vez, eso también es vida...

Muchas gracias.

Besos.

Liliana G. dijo...

La "Real Academia de la Vida", debiera reunirse para tratar el tema de esa palabra, claro que sí...

¡Gracias!

Besos, Charly.

Mar dijo...

Es emocionante el microrrelato que has creado, Lili... Emocionante...

Has nombrado, para mí, uno de los libros más importantes de la Literatura, y en ellos está la palabra por la que la Humanidad, si no fuésemos tan borricos, deberíamos luchar: PAZ. Luchar por la paz, parece incongruente, ¿verdad?.

Mil besos, guapa.

¿Qué flores y libro deseas que ponga en mi blog?. Con todo el amor del mundo me los llevo...

Liliana G. dijo...

¡Cuánto gusto me da que este relato breve te haya emocionado, Mar! Que me lo hagas saber es un mimo para mi alma :)

¡Mil gracias!

Besos y cariños, bien grandes.


Yo te ofrecía la taza de té con margaritas blancas que hay en Bitácora, pero de mis blogs te podés llevar todo lo que te plazca, para eso está, para compartir. Muack!

ZEDIECK dijo...

Guerra y Paz, dos caras de la misma moneda, el hombre, carcelero de sí mismo.
Tu relato es una genialidad. Felicitaciones. Eso es lo que llamo precisión a la hora de escribir.
Besos

Marymar dijo...

Impactante relato Lili, la imagen es sobrecogedora. El resurgimiento de la vida en la tierra, alentada por la búsqueda de la primitiva palabra, y entre ellas, dos que que resultan el principio y el fin de lo acontecido.
Qué enorme facilidad para decir mucho en tan pocas palabras... ¡Muy bueno!

Besos y excelente Semana Santa.

Pablo Gonz dijo...

Hola, Liliana:
Enlacé tu blog desde el mío, donde encuentras muchos links a excelentes páginas de microrrelatistas.
Un cordial saludo,
PABLO GONZ

Liliana G. dijo...

Nada más cierto, ZEDIECK, el hombre es su propio carcelero, su celda y su martirio, es libre sólo si quiere serlo...

Muchas gracias.

Besos.

Liliana G. dijo...

El principio y el fin, el Alfa y el Omega de la literatura: la palabra en sí misma.

Gracias, Marymar.

Un besote.

Liliana G. dijo...

Hola Pablo, bienvenido. Es un placer para mí que visites esta página y que además me ofrezcas la oportunidad de acercarme a la tuya y a la de otros microrrelatistas.
También te enlazaré, con todo gusto.

¡Gracias!

Un abrazo.

Marcos dijo...

Tu poder de síntesis se amalgama con la precisión analítica dando por resultado un excelente micro. Tu evolución en el género es más que notoria.

Felicitaciones y un beso grande.

Rodolfo de Jesús Cuevas dijo...

Saludo, mi querida Lili:
¡Cuánta sabiduría encerrada en un texto tan minúsculo! Ciertamente esas dos palabras, tan sangrienta y miserable una y tan inmensa y progresista la otra, son las que han marcado, para mal la primera o para bien la segunda, el destino del mundo. De un mundo que sólo alcanzará altas cumbres cuando pueda asentar sus reales sobre una paz verdadera (no la romana, la napoleónica ni la hitleriana). Celebro esta aleccionante historia y sé que la GRAN LITERATURA la celebra conmigo...
Recibe estimada Liliana, mis más tiernos y grandes abrazos y aprovecho además para desearte unas muy felices Pascuas de Resurrección.

Liliana G. dijo...

Gracias, Marcos, ese es un gran elogio para mí, pues trato de superarme cada día, de evolucionar en mis textos. Que se note es motivo de orgullo y de compromiso.

Un cariño enorme, amigo mío.

Liliana G. dijo...

Es un gran honor para mí, Rodolfo, que alguien de tu altura moral se muestre tan entusiasta con mi pequeño texto. Es cierto que se ha dicho muchísimo, y se dirá aún, de estas dos palabras, concentrar la idea en tan poquitas líneas fue un desafío que me trae un inmensa satisfacción.

Gracias, de todo corazón, querido hermano, y...

¡Muy felices Pascuas.

Un beso grande.

Kiki Nikon dijo...

En un puñado de palabras el sino de la Humanidad, sus mezquindades y sus aciertos.
Maravilloso e impactante relato Lili, por siempre Maestra!!

Besos

**Andrea** dijo...

Si para reconocer el caudal de la palabra primero debemos devastarnos a nosotros mismos, mal vamos...
Movilizador cuento, como todos los tuyos, una joya para la reflexión.

Un cariño y feliz comienzo de semana.

Liliana G. dijo...

A veces no hacen falta muchas palabras sino que manifiesten el concepto.

Muchas gracias, Kiki.

Un besote.

Liliana G. dijo...

Bien parece que es una constante desde el tiempo de los tiempos, Andrea, lo preocupante es que no aprendamos de nuestros propios errores.

¡Gracias!

Besos y buena semana.

Uka. dijo...

Magnífico texto.
Cierto es que el mundo se mueve entre estas dos palabras,una nos lleva directamente al infierno y en la otra colgamos la esperanza...otra palabra ésta última que descubrimos pronto,pronto...
Un beso.

Linus dijo...

Sobrecogedor y maravilloso relato, Liliana, en verdad que haces de las palabras, de todas, tus mejores aliadas a la hora de darles forma. Este micro tiene un potencial extraordinario. Enhorabuena, niña.

Besos.

Liliana G. dijo...

Es verdad, Uka, la esperanza es la palabra que mantiene a todas las otras muy cerca nuestro, cerca del corazón y de las ilusiones.

Muchas gracias, amiga.

Besos.

Liliana G. dijo...

Encantada con tu apreciación, Linus, palabras como las tuyas se erigen en un aliciente importante a la hora de escribir.

¡Gracias!

Un beso grande.

Mar dijo...

Error rectificado...

Un millón de gracias y de besos.

Liliana G. dijo...

No hay error, Mar, lo que quieras te lo podés llevar...

Besotes, reina :)