miércoles, 9 de marzo de 2016

CONFESIÓN




Cuando el hombre cayó al suelo, derribado por la fuerza de sus puños, el otro se le echó encima como una bestia cebada por el olor de la muerte, y sin mediar palabra, insertó el estilete en el globo ocular de su víctima. El grito de dolor heló la noche, mientras el humor vítreo chorreaba por el rostro desencajado, mezclándose con la sangre oscura.
El atacante repitió su faena con el otro ojo, mientras el dueño de aquellas cuencas vacías, perdía la consciencia ante el espanto del tormento. Sólo en ese instante, el atacante se incorporó de un salto y corrió por un callejón hasta alcanzar la Plaza Mayor.
La iglesia de San Jorge estaba en penumbras cuando entró buscando con los ojos, los suyos, el confesionario. Al encontrarlo, se hincó sobre la madera y pidió perdón, pero antes de obtenerlo, su estilete entró y salió a través del ventanuco calado, dos veces. Suficiente para sentirse dios y perdonarse.

Estarán asombrados por el tenor de este microrrelato ya que no es habitual que escriba en este estilo, pero fue el tema de un concurso y no quise desperdiciar la oportunidad de aceptar el desafío.

5 comentarios:

Juan Sin Nombre dijo...

Hola Lili, comparto que este no es tu estilo, pero te digo que el desafío que te has propuesto, ha salido airoso e impactante.
Tu relato negro acusa todos los puntos posibles del género. ¡Felicitaciones por ello!

Un cariño grande.

Marymar dijo...

Coincido con Juan, si bien no es tu estilo habitual en cuanto al tema, sí lo es en la forma de escribir, limpia e ilustrativa, la imágenes logradas se ven y el ambiente, se siente.
¿Te cuento un secreto? Me encantan los cuentos y películas de terror :)
Estupendo como siempre.

Besos, Liliana.

Recomenzar dijo...

Aprecio tanto la calidad de tus textos
Eres una Maravilla

Olga i Carles (http://bellesaharmonia.blogspot.com dijo...

Intrigante.
Como entrar en un laberinto.

Un Abrazo.

esteban lob dijo...

Inquieto por tanto tiempo sin nuevas entradas tuyas, apreciada Liliana, invoco por señales con la esperanza que estés bien.

Abrazo.