jueves, 13 de mayo de 2010

SIEMPRE FRENTE A NOSOTROS


Hasta que decidimos volver a colgarla en la pared. La habíamos quitado de allí en un arranque de egoísmo, creímos erróneamente de que teniéndonos el uno al otro, era suficiente.

Sin embargo, con el correr del tiempo nos dimos cuenta de que nos estábamos perdiendo parte de la vida, la de compartir lo mejor de nosotros mismos. Fue cuando la restituimos a su lugar.

Al fin y al cabo, era nuestra historia.

40 comentarios:

Mary dijo...

Nunca es suficiente,una cosa es tener por tener y otra muy diferente es TENER,SER,COMPARTIR Y ESTAR,esa es nuestra historia.

Un beso Lili.

Anónimo dijo...

El tiempo nos enseña muchas cosas si sabemos escucharle.

Saludos

Juan Sin Nombre dijo...

Es cierto, la historia de cada uno debiera estar siempre frente a uno, es el único modo de no volver a cometer los mismos errores y de disfrutar de lo que se ha aprendido.

Como siempre, Lili, tu agudeza sorprende.
Besos.

MAJECARMU dijo...

Tu escrito me sugiere la fotografía de la boda de ambos o bien otro momento puntual y sentimental..Ese recuerdo colgado es fundamental para tener presente el comienzo del amor,lleno de ilusión y esperanza,que ahora, pasado el tiempo, se renueva y regenera cada vez que, se mira ese cuadro,colgado en la pared..!!

Muy buena síntesis y muy buen mensaje,Liliana.
Mi felicitación

MAJECARMU dijo...

..Y mi abrazo grande,grande,amiga.
M.Jesús

Melody Paz dijo...

Lili, hay objetos dotados de especial significación, que rememora nuestra historia y lleva capturada la energía de momentos inolvidables.
Besitooos maestra.

Liliana G. dijo...

Marita, tus palabras son las justas, ni más ni menos. Nuestra historia, además de ser nuestra, abarca a todos y a cada uno de los que son parte de ella.

Gracias, reina :)

Besos enormes.

Liliana G. dijo...

Creo que justamente, allí está la clave, Mistral, muchas veces no sabemos escuchar la sabiduría del tiempo y es allí donde la historia se estanca.

Muchas gracias.

Cariños.

Liliana G. dijo...

Nuestra experiencia de vida es parte de nuestra historia, negar la experiencia (buena o mala, pero siempre experiencia), es jaquear nuestra historia a base de ser necios. Comparto plenamente tu pensamiento, Juan.

Gracias, amigo.

Un gran beso.

Liliana G. dijo...

Querida M. Jesús, el final abierto del relato, justamente se presta para que quien lo lee, continúe con él. Me da muchísimo gusto de que haya cumplido este objetivo, de manera que "tu parte", además de estupenda, se convierte en un gran halago para mí.

Muchas gracias, querida amiga.

Un beso y un cariño muy grandes.

Liliana G. dijo...

M. Jesús, tus abrazos y cariños siempre me llegan, aún siendo tácitos :)

Liliana G. dijo...

Es cierto, Melody, a esos objetos les damos entidad propia según la historia que encierran. Aquellos que nos traen buenos recuerdos, les damos un lugar especial en la casa y en el corazón. En cambio, los otros, los que tal vez nos recuerden lo que no queremos recordar, generalmente nos deshacemos de ellos, o lo guardamos donde no lo podamos ver.

Muchas gracias, dulce, también por lo de "maestra", aunque esto me queda bastante grande :)

Besazos.

Manolo Jiménez dijo...

No debemos renunciar al pasado, con otro pasado seríamos personas distintas. Ni mejores ni peores pero si diferentes.

El pasado debe estar siempre a la vista.

Abrazos.

Duna dijo...

El no saber una ley, no exime de su cumplimiento...dice la ley.
Pero no por dejar de lado los recuerdos, estos nos abandonan. Por eso mejor asumirlos y tenerlos presente.
Muy bueno Liliana

Marcos dijo...

Si no tenemos nuestra historia siempre delante, no tendremos un futuro acorde a lo que aprendimos, a menos, que no hayamos aprendido nada.

Muy, pero muy bueno.
-Besos-

Mar dijo...

Magnífico tu relato. Tanto en el contenido como en el continente. ¡Condensas tanta verdad en tan pocas líneas! No debemos huir ni renegar de nuestro pasado. Está ahí. Formará parte de nosotros siempre.

Me ha encantado, Liliana.

Un beso muy grande.

Liliana G. dijo...

Nada más cierto, Manolo, aceptar nuestro pasado, es aceptar nuestro presente camino de un futuro que todavía estamos a tiempo de doblegar.

Gracias, amigo.

Más abrazos :)

Liliana G. dijo...

Y es así, Duna, nuestros recuerdos nos acompañarán siempre, lo queramos o no, por eso es bueno reconciliarse con el pasado, con esa historia que nos ha tocado vivir y que ya no podemos cambiar.

¡Muchas gracias!

Besos y cariños.

Liliana G. dijo...

Querido Marcos, si del pasado no aprendimos nada, o somos tontos o somos necios. La vida es un continuo aprendizaje que no debemos desperdiciar.
El que quiere ver, que vea...

Gracias, de verdad.

Un abrazo de oso.

Liliana G. dijo...

El caso, Mar, es que aunque queramos, no podemos huir del pasado, de modo que haremos bien en aceptarlo.

El intentar decir mucho, en pocas palabras, es un ejercicio que me he propuesto con el auge de los microrrelatos, y que seguiré puliendo sin duda :)

Gracias de todo corazón por tu calidez.

Otro beso gigante para vos.

Charly T. dijo...

Es un placer saborear la exquisita constancia de tu brevedad y de tu desenvuelta palabra.
Otro cuento estupendo.

Un beso grande, Lili.

Anónimo dijo...

Sólo mirando queriendo ver a través de la observación nos transformamos, y los errores del pasado, se convierten el el presente en verdaderos aciertos.


Gracias.

Rodolfo de Jesús Cuevas dijo...

Saludo, bella Lili:
¿Sabes algo, hermana?, el ser no puede negar su historia porque allí está cimentada su vida; o sea, ésta, constituye su esencia; tampoco puede negarse a compartirla con el ser amado, pues, tarde o temprano, la historia (sea ésta cual sea) saldrá a flote y delatará sus pasos.
Abrazo fraterno, hermana Lili.

Antonio Misas dijo...

Hola Liliana,

Me ha gustado mucho este cuento, y hasta me ha sacado una carcajada con el final. Aunque lo que cuentas no sea para reir, el final te otorga el derecho a decidir lo que quieres de forma rotunda.
Saludos

Liliana G. dijo...

¡Guauuuuu! ¡Gracias, Charly! Me encantó eso de exquisita constancia, me hizo sentir importante, o por lo menos, exquisita... :)

Un abrazo de oso, amigo.

Liliana G. dijo...

Nada más cierto, Olga, en el pasado nació nuestro presente, y éste será el padre de nuestro futuro...

Muchas gracias :)

Cariños.

Liliana G. dijo...

Ya con ese saludo, me derrito, Rodolfo, jajajaja Gracias, querido amigo-hermano, sos un caballero.

Es cierto, nadie, absolutamente nadie, puede esconder su pasado, eso de "el pasado lo condena" (o no), está muy bien dicho. Cada cual tiene su propia historia, buena o mala, aunque no creo que pueda ser ni absolutamente buena, ni absolutamente mala, simplemente porque somos humanos :)

Besotes grandes, Rodolfo.

Liliana G. dijo...

¡Hola, Antonio! Bienvenido :)

Esa es la idea y me da mucho gusto de que la hayas interpretado, Antonio, el final abierto le da al lector la capacidad de creación, de su propio final, el que más le guste. Y si a vos te arrancó una carcajada... ¡Genial! Adoro el sentido del humor (¿no se nota en las fotos? Jajajaja).

Muchas gracias, es un placer tenerte por aquí.

Besos.

Linus dijo...

La historia siempre frente a nosotros, así es como debe ser, para que no nos olvidemos de quiénes somos y de dónde venimos, y lo que es peor, todo lo que aprendimos.
Te superas cada día, Liliana. Excelente micro.

Besos.

**Andrea** dijo...

Tantos conceptos en tan pocas palabras, es un mérito extraordinario, Lili, cada vez que leo estos cuentos brevísimos tuyos, me asombro.

-Muchos cariños-

Liliana G. dijo...

Concuerdo, Linus, olvidar lo que hemos aprendido no es una opción de vida.

Muchas gracias, siempre encuentro aliento en la calidez de tus palabras.

Un beso grande.

Liliana G. dijo...

Gracias Andrea, el tuyo es un gran cumplido. El asombro indica que la atención está intacta :)

Un cariño inmenso.

josef dijo...

Me gusta la forma en que aforntas esa realidad como es compartir día a día con la persona a quien se ama una vida completa. Es algo tan difícil, que no debe olvidarse el objetivo fundamental de esa unión: el amor. A veces un objeto es el talismán y significado de una unión de la que no conviene olvidar donde están y estuvieron sus profundas raíces...
Me ha gustado mucho.
Un abrazo.

PATSY dijo...

Es el único modo de vivir y de convivir, teniendo nuestra historia siempre adelante. Hay cosas que podemos compartir, quizás otras no, pero el pasado, por más que queramos "descolgarlo de la pared", siempre sigue allí.

Me encantó, Lili. A veces leo algunos comentarios que te dejan y me doy cuenta de que son más extensos que tus relatos. Esa es la maravilla de poder decir tantas cosas en un texto tan breve.

Besos, Lili.

PATSY dijo...

Síííííí, creo que lo logré, mi comentario es más largo que tu cuento, jajajajajaja

Más besos.

//elojodelhuracan// dijo...

Muy buen relato, para leerlo y quedarse pensando. Enhorabuena.

-Cariños-

Liliana G. dijo...

Es cierto, José, compartir y convivir, no es fácil, es necesario que ambas partes se amolden a las circunstancias... la historia particular de ambos es la que siempre se mantendrá incólume, porque esta ya fue vivida por cada uno, lo importante es compartirla y no olvidarla.

Muchas gracias, amigo mío :)

Besos.

Liliana G. dijo...

Hay cosas que no se pueden descolgar nunca de la pared, Nirvana, la historia particular de cada uno, es una de ellas.

Obviamente que el cuento es una metáfora. Es cierto, no es fácil resumir en un microrrelato, cuando hay tantas cosas por decir.

Gracias, Pat, un besazo gigante :)

Liliana G. dijo...

Habría que contar las palabras, Pat, pero es muy posible, jajajajaja

Liliana G. dijo...

Muchísimas gracias //elojodelhuracan//, es un gusto que me visites ;)

Un abrazo.