viernes, 11 de marzo de 2011

SOBRE LA NUCA


La escarcha cubría todas las superficies en aquella madrugada de invierno. En la calle no había ni un alma, salvo los semáforos que perdían el tiempo haciéndole guiños a nadie, y la estatua de la plaza, nívea de mármol y de hielo. Pero ellos no tenían alma. Un poco más allá, el túnel que unía el centro de la ciudad con los suburbios, se abría como una boca amenazante apenas iluminada por un farol de morondanga, tan miserable que ni siquiera inspiraba un tango.

Uno de los policías bajó del patrullero para estirar las piernas, la guardia nocturna era la peor. Le pareció escuchar un ruido. En aquel silencio los ecos se hacían gritos. Miró hacia la esquina, nada. Barrió con la mirada hasta la subida del puente, nada. Sintió el escalofrío del peligro y tuvo miedo. No era para menos, los fantasmas de sus muertos jamás dormían.

44 comentarios:

Mª Carmen dijo...

Un relato sobrecogedor,volveré para ver como sigue.BESITOS Y BUEN FINDE.

Juan Sin Nombre dijo...

De la conciencia no se salva nadie, tarde o temprano siempre nos pasa factura...
Muy buen cuento, la descripción es una verdadera pintura.

Un beso, Liliana, que tengas un gran fin de semana.

Duna dijo...

No podía vivir, ni podría mirarse al espejo. La conciencia es la peor patrullera.
Muy bueno amiga.
Besos

Mary dijo...

Tenia que ser premiado como tantos y tantos tuyos que merecen serlo,tus relatos cortos tienen mensage y se pueden interpretar de varias maneras dando así la opción de debatir y reflexionar sobre el tema....tus relatos son un poco como la ultima frase de este..." LOS FANTASMAS DE SUS MUERTOS JAMÁS DORMIAN",yo jamás puedo dejar de reflexionar con tus letras.

Genial Lili,me impacto la primera vez y ahora lo vuelvo hacer.

Un beso enorme.

apm dijo...

!Genialisimo Lili!, no me extraña que te lo premiaran, pero intuyo que continua ¿no?, ese final es absolutamente inquietante, tan inquietante como real por otra parte, porque es cierto que es imposible escapar de la conciencia de uno mismo: hagas lo que hagas, vayas donde vayas, siempre está ahí, como tu sombra... pon la continuación, porfa.

Mil besotes bien gordotes

MAJECARMU dijo...

Precioso Liliana...!
La noche concentraba en sus brazos el karma de una vida,que amenazaba en los gritos del silencio...
"La causalidad" mueve los hilos con armonía y orden providencial...
Mi felicitación por tu capacidad de síntesis y tu profundidad,que siempre nos llega certera y directa al alma,amiga.
Mi abrazo grande y feliz fin de semana,mi querida poeta.
M.Jesús

PATSY dijo...

Este cuento me gustó desde un principio, cuando lo comenté en el concurso, pero te digo que visto a la distancia, me impacta más que antes. Pudiste crear la atmósfera justa para que la conciencia se agazape.

Besos, genia.

Jose Manuel Iglesias Riveiro dijo...

Promete este relato, espero con interés su continuación.
Un abrazo.

Lorenzo dijo...

Una ciudad sin alma, un reflejo, por desgracia, de otras muchas ciudades de nuestro entorno. ¿Estarán desvelados también nuestros fantasmas? Es probable. Hasta a los fantasmas les resulta difícil conciliar el sueño en este mundo nuestro. Un cuento que debería tener continuación en nuestras propias vidas. La ciudad sin alma nos aguarda. Démosle alma.

Liliana G. dijo...

En realidad no sigue... por el momento, pero nunca se sabe :)

Muchas gracias, Ma. Carmen,

Besotes y buen fin de semana.

Liliana G. dijo...

Y además, aunque en algunas personas no se note, todos tenemos conciencia, de modo que es difícil que nos podamos deshacer de ella...

Gracias, Juan, muy buen fin de semana también.

Besos.

Liliana G. dijo...

En esas circunstancias, mirarse al espejo es ver la otra cara de la realidad, la que se lleva a escondidas pero la que no descansa.

Muchas gracias, Duna.

Besotes.

Liliana G. dijo...

Marita, vos sabés que todos mis cuentos intentan, de una forma u otra dejar un mensaje, y todos los mensajes están abiertos a la reflexión y al debate, de modo que es muy halagador que te hagas eco de ellos. De esta manera siento que he logrado mi objetivo.

¡Muchísimas gracias!

Otro gran beso para vos :)

Liliana G. dijo...

Como una sombra que no se ve más que dentro nuestro, apm, a la que sólo nosotros debemos rendirle cuentas, y eso no es poco.
No, no continúa, pero... quién sabe a lo mejor esta vez haya propina literaria :)

Gracias amorosa.

Muchos besos, tan gordotes como los tuyos.

Liliana G. dijo...

La ley de causa y efecto es infalible, M. Jesús, y si hemos causado con nuestros actos algún desaguisado, deberemos hacernos cargo de las consecuencias aunque estas aniden sólo en nuestra conciencia, un lugar demasiado difícil de limpiar.

Muchas gracias, querida amiga por la atención que le dedicás a mis cuentos, es un honor para mí que así sea.

Besos y cariños.

Liliana G. dijo...

Pasa que los textos leídos y releídos, adquieren con el tiempo una dimensión diferente, es decir, las lecturas posteriores nos detienen en esos detalles en los que antes no habíamos reparado, detalles que aportan elementos de valor para el lector. Por eso, para el autor, saber que siguen gustando luego de un tiempo, es un maravilloso regalo.

¡Gracias, Patricia!

Un beso grande.

Liliana G. dijo...

Muchas gracias, José Manuel, en verdad que ya me están convenciendo de continuarlo.

Muchas gracias por tu interés.

Un fuerte abrazo.

Liliana G. dijo...

Creo que sí, Lorenzo, nuestros fantasmas jamás duermen, son los centinelas de nuestras pesadillas, esas que forjamos cuando guardamos el alma en lugares tan recónditos que las ciudades se notan desalmadas y los hombres caminantes sin rumbo.
Sí, volvamos a darle al alma, el lugar que le corresponde.

Gracias, de todo corazón, por caminar mis senderos de letras con el alma tan cerca de ellas.

Besos.

Linus dijo...

Excelente, Liliana. En principio has ambientado la escena de forma que el lector la puede ver a través de tus palabras como en una película. Luego, el mensaje velado que expones lleva al razonamiento final.
Muy bueno, muy bueno.

Besos, guapa.

Liliana G. dijo...

Muchas gracias, Linus, es prometedor saber que lo que escribo llega de la forma que espero.

Un beso grande.

josef dijo...

precioso micro Liliana. escrito con maestría y detallismo. me ha encantado.

besosss.

Charly T. dijo...

Excelente, con eso te digo todo lo que pienso, porque mil cosas me pasaron por la mente mientras leía tu microrrelato. La fantasia surge si tiene una realidad que la avale, y la conciencia sí que es una realidad para tener en cuenta.

Un gran cariño.

Liliana G. dijo...

Me da mucho gusto que sea así, José, viniendo de un narrador como vos, es el mejor cumplido.

¡Gracias!

Besos.

Liliana G. dijo...

Todo, absolutamente todo lo que escribimos se sustenta en la realidad por más que sea una fantasía, aunque la conciencia jamás será una fantasía...

Muchísimas gracias, Charly.

Besotes.

Ainara dijo...

Wow, qué imagen, y no me refiero a la foto sino a la genial descripción del lugar y de las percepciones.
Muy bueno, Liliana.

Un beso.

Liliana G. dijo...

Si queremos un relato, siempre tenemos que tener una escena, y en eso trato de esmerarme :)

¡Gracias!

Besotes y buen fin de semana.

**Andrea** dijo...

Sobrecogedor cuento. Cuando de conciencia se trata, hay un mundo por escribir, en tu síntesis le diste el toque maestro. Muy bueno.

Un beso.

(Estuve afuera unos días por trabajo, por eso mi tardanza)

Marcos dijo...

La descripción de la escena es sencillamente extraordinaria, transmite la sensación de estar inmerso en el cuento, un cuento que deja abierta la puerta de la imaginación. Excelente.

Besos.

Liliana G. dijo...

El toque maestro lo pone quien tiene la deferencia de leer el cuento:)

En mis sitios, nadie tarda, Andrea, antes o después es lo mismo, para eso tenemos la pluma, para parar el tiempo...

¡Gracias!

Un beso grande.

Liliana G. dijo...

La imaginación siempre debe quedar con la puerta abierta, esa es su razón de ser.

Muchas gracias, Marcos.

Besos.

Mar dijo...

Estar solo/a junto a los fantasmas de los muertos... Nena, ¡qué miedo!.
Otro microrrelato que engancha, Lili.

Un millón de besos y cariños, guapa.

Ah!... Venecia...

//elojodelhuracan// dijo...

Otro cuento, otra obra maestra, Lili, imposible ser apático ante el impacto de leerte. Buenísimo, todo adrenalina.

Un beso y cien abrazos.

Liliana G. dijo...

Si encima que es un microrrelato, no engancha, estaríamos fritos, Mar :))

¡Muchísimas gracias, reina!

Cantidades de besos.

Liliana G. dijo...

Ante tanto elogio mi pluma calla y toma nota. El corazón brinca, pero lo hace a hurtadillas...

¡Gracias, Jorge!

Cien besos y un abrazo.

Kiki Nikon dijo...

Inquietante relato, Lili, cuando la conciencia está en el medio, siempre lo es.
Me encantó esta metáfora:

"se abría como una boca amenazante apenas iluminada por un farol de morondanga, tan miserable que ni siquiera inspiraba un tango." Brrrrr

Tus cuentos son geniales. Besos.

Rodolfo de Jesús Cuevas dijo...

Saludo, mi querida Lili:
La superba genialidad de este pequeño relato, realmente una joya de la brevedad literaria, justifica cualquier premio obtenido. Muy bueno...
Recibe, hermana del alma, mis mejores abrazos.

ZEDIECK dijo...

Un relato genial. Me impactó en su descripción y contenido.

Saludos

Liliana G. dijo...

Y pensar que muchos son sordos a las voces de sus conciencias, pero a la larga, esas voces terminan tapando esa sordera de pacotilla...

Muchas gracias, Kiki.

Besotes.

Liliana G. dijo...

Muchísimas gracias, querido Rodolfo, tu reconocimiento y tu calidez son un aliciente para seguir superándome.

Un beso enorme.

Liliana G. dijo...

Muchas gracias, ZEDIECK, siempre serás bienvenid@.

Abrazos.

julia rubiera dijo...

magico relato nos regalas, esta asturiana te da infinitas gracias por hacernos participes de tus magnas letras y te manda un besin muy muy grande.

Liliana G. dijo...

Cuánto cariño, Ozna, que te retribuyo de todo corazón.

¡Gracias!

Besos :)

Antonio Misas dijo...

Acojonante, me da escalofrios.

Besos

Liliana G. dijo...

Si nos ponemos a pensar, es para que nos dé :)

Un beso Antonio, gracias.