lunes, 21 de junio de 2010

EL OTRO DÍA

Por cierto, ¿hoy es domingo? -Preguntó ansioso-. Hacía casi un mes que no salía de su casa, el terror lo paralizaba hasta tal punto que había renunciado a su trabajo, sólo por no caminar hasta la parada del autobús.

Gruesas gotas de sudor corrían por su frente al escuchar el más mínimo ruido proveniente de la calle. Salvo los lunes, el resto de los días se daba el permiso de mirar a través de la ventana del apartamento, esa era su única distracción. No estaba tranquilo, pero sabía que difícilmente se animarían a romper su palabra.

Ahora, atisbaba el exterior a través de una pequeña hendija, la suficiente como para no ser observado desde ningún ángulo. O eso creía.

Su mujer llevaba la cuenta de los días transcurridos, sabían que todo se desencadenaría un lunes, pero ignoraban cuál y esto les consumía a ambos. Tachó el sábado en un calendario que había improvisado sobre un papel sucio. Luego dudó. ¿Ayer había tachado el día? Lo supo cuando una bala dio en medio de los ojos del hombre. Era lunes. Se había equivocado…

50 comentarios:

Linus dijo...

Hay veces en que la duda, se constituye en el fino límite entre la vida y la muerte.
Un relato intenso, bien escrito y mejor presentado. Como siempre, das la nota.

Un beso.

Madre Pepa dijo...

La vida y la muerte, a un tiro de distancia. Unas pocas palabras bastan para que el lector se asome al submundo de la naturaleza humana, allí donde la violencia impone su ley. Un cuento que invita a la reflexión, como todos los grandes cuentos que tratan con respeto al lector.

Antonio Misas dijo...

¡Joder! de impacto. Creía que era agorafobia, ansiedad, y resulta que nos pones en Sarajevo de un tiro en la frente. Liliana, sorprendente.

Besos

Manolo Jiménez dijo...

De nada sirve esconderse, la vida nos da tiros en la frente... y malo cuando creemos que no nos tirotea.

Excelente microrelato.

Abrazos.

PATSY dijo...

Yo también, como Antonio, pensaba en algo más corriente, el desenlace es sorprendente, pero viniendo de vos, las sorpresas están siempre a la orden del día.
Está genial.

Besotes.

Dyhego dijo...

Los lunes son un mal día. ¡Menos mal que ya es martes!
Salu2 marteños

JJ dijo...

Sorprendente y original.
La inevitabilidad del destino.
hay un lunes potencial cada día.
Un beso

//elojodelhuracan// dijo...

Wow, hoy me has dado en medio de los ojos...
Muy bueno, la sorpresa dispara a la acción.

Besos

Mary dijo...

Anda Lili,como se dice por aqui ME HAS DEJAO DE PASTA MONIATO¡!...Mammamia que final,mi dia favorito es el viernes.

GENIAL LILI¡!

Un besazo.

Mar dijo...

¡Otra vez lo has hecho!... ¡Qué final más inesperado e impactante -nunca mejor dicho-!

Maravilloso, Liliana. Tus relatos son una delicia.

Mil besos, niña, y un fuerte abrazo.

Liliana G. dijo...

La duda es el límite de infinidad de cosas, algunas intrascendentes, otras, como bien has dicho, de una importancia vital... El poder de decisión es indispensable, por lo menos en las grandes circunstancias.

Gracias, Linus.

Besos.

Liliana G. dijo...

Coincido, Salva. La opinión del lector, como alguien me ha enseñado y del cual sigo aprendiendo, es soberana, por lo tanto el respeto debe ser mutuo, independientemente del tema que se toque.
El final siempre debe permitir una reflexión, esa es la verdadera meta de la literatura, que el lector llegue mucho más lejos de lo que ha llegado el autor.

Muchas gracias por tu comentario, querido amigo.

Besos.

Liliana G. dijo...

Un final anunciado no sorprende y a veces, decepciona, en cambio lo inesperado nos deja descolocados y eso le da otro enfoque al relato... ¿o no?

Gracias Antonio, me hiciste divertir :)

Besos.

Liliana G. dijo...

Es verdad,, Manolo, en lugar de escondernos es más saludable afrontar nuestras circunstancias. Cerrar los ojos no nos soluciona la vida.

Muchas gracias. Un fuerte abrazo.

Liliana G. dijo...

Gracias Patricia, nadie mejor que vos para saberlo, bien sabés que lo disfruto, jajajaja

Besotes.

Liliana G. dijo...

¡Menos mal, Dyhego! Debe ser eso, sólo porque era lunes... sí señor :)

Un cariño grande.

Liliana G. dijo...

Muy cierto, Caminante, todos tenemos esa potencialidad en ciernes, y nada ni nadie la puede desviar de su camino.

Muchas gracias.

Otro beso.

Liliana G. dijo...

Y la acción, a veces, es la que convence al lector. El factor sorpresa me encanta :)

Gracias, //elojodelhuracan//. Un cariño.

Liliana G. dijo...

Te he dejao como te he dejao porque me traje a la bruja de la hostería, Marita (ojo, de la hostería) jajajaja

A mí me gustan todos los días mientras no me alcance semejante situación :)

Muchas gracias, nena.

Besotes gigantes.

Liliana G. dijo...

Hola Mar, parece que con este cuento he sorprendido a más de uno... ¡Qué gusto! :)

Muchísimas gracias, amorosa.

Besos y cariños.

Pedro Sanchez dijo...

Un final inesperado. Yo tambien pensaba que la cosa iba de agorofobias, muy buen microrrelato.

Besos

Juan Sin Nombre dijo...

Sorprendente. No me esperaba semejante final, este suspenso revelado tan diferente de lo que me había imaginado, me pareció fantástico. Está relatado de una forma que justamente, sorprende pero no choca.
Muy bueno.

Besos, Lili.

Liliana G. dijo...

Muchas gracias, Pedro, siempre digo que con la literatura también se puede jugar, y sorprender es un modo de hacerlo :)

Besos.

Liliana G. dijo...

Esa es la idea, Juan, y creo que lo he conseguido, parece que el asombro no cesa :)

Gracias, amigo.

Besotes.

Rodolfo de Jesús Cuevas dijo...

Saludo, mi querida amiga y hermana:
Un microrelato bueno, como siempre, en el cual se demuestra que el destino, creado por el hombre mismo, impone siempre su ritmo avasallador y, por tanto, concluye sorprendiéndonos, aún lo esperemos.
Besos y abrazos, amiga Lili.

**Andrea** dijo...

¡Muy bueno, Lili! Hay equivocaciones que nos pueden costar carísimo.
El factor sorpresa me desarmó... :)

Cariños.

Marcos dijo...

Estupendo como todo lo que publicás, con tu sello indiscutible y tus mensajes latentes, allí para que lo busquemos entre las palabras, a veces a la vista, a veces, escondido.
Esta vez, lo sorpresivo del final y lo movilizador del cuento, me parecieron estupendos.
Felicitaciones, una vez más, Lili
Besos

Liliana G. dijo...

Hola, Rodolfo. Así es, por más vueltas que le demos, cuando algo va a pasar no hay precaución que lo detenga. Eso nos da la pauta de nuestras propias limitaciones como seres humanos.

Muchas gracias, querido amigo.

Un besote grande.

Liliana G. dijo...

Todos nos equivocamos, Andrea, pero es verdad, algunas equivocaciones pueden ser más que peligrosas :)

¡Gracias!

Besos y cariños.

Liliana G. dijo...

Siempre hay un mensaje, Marcos, explícito o escondido, pero siempre lo hay. Está en el lector encontrarlo y darle el lugar que se merece.

Muchas gracias por tus apreciaciones :)

Besotes.

esteban lob dijo...

Hola Liliana:

¡Inquietante cuento!.
Corto, preciso y lleno de matices.

Cariños.

Kiki Nikon dijo...

Muy bueno Lili. Sorprendente e impactante.

Me encanta el nuevo diseño del blog, le da nuevos bríos.

Besos.

Liliana G. dijo...

Muchas gracias, Esteban, este fue para variar un poquito :)

Un cariño grande.

Liliana G. dijo...

Gracias, por partida doble, Kiki :)

Besazos, buen fin de semana.

Anónimo dijo...

La duda es prisionera del miedo, pero cuando desatas la cuerda todo fluye inesperadamente.



Gracias.

josef dijo...

suspense suspense tootal y absoluto Liliana, me dejaste seco con ese preciso balazo...
Un beso y un abrazo.

Liliana G. dijo...

Hola, Olga, es verdad, el miedo nos condiciona de tal manera que nos coarta cualquier libertad, incluso la de decidir...

Gracias a vos, amiga.

Cariños.

Liliana G. dijo...

Justamente el "suspense" va dirigido a dejar seco al lector, José, eso le pone emoción a la sorpresa :)

Gracias, gracias...

Besos y cariños.

Hernán López Valente dijo...

Un relato "certero", sin duda alguna, donde el impacto lo recibe el lector con toda la sorpresa.

Muy bueno. Cariños.

Liliana G. dijo...

Y concebido de esa manera con toda la intención, Hernán :)
Bienvenido.

Gracias por pasar.

Un abrazo.

Rebecca Rosenbaum dijo...

hola Liliana,
tengo amigos que utilizan esta frase para describir algo muy bueno, algo muy sorprendente y lleno de sorpresa.

Por eso la voy a utlizar para tu relato:
Liliana, "tremenda historia"!


un tremendo beso^^

Rosario Ruiz de Almodóvar Rivera dijo...

Mi día preferido es el miércoles. espero que nunca me pase algo parecido. Has dado en la diana

Muchas gracias y un abrazo fuerte desde mi librillo.

Liliana G. dijo...

Gracias de todo corazón Rebecca ¿Verdad que es tremendo? :)

Un besote inmenso.

Liliana G. dijo...

Yo no tengo un día preferido, pero seguramente de que el lunes no es :)

Muchas gracias, Rosario.

Un beso muy grande.

Patricia 333 dijo...

El poder de decisión es indispensable, por lo menos en las grandes circunstancias.

Si que lo es Lili , me encanta venir a visitarte

Un besote amiga mia

Liliana G. dijo...

Es cierto, Patri, sin el poder de decisión seríamos arcilla en las manos del destino...

Y a mí me encanta que me visites y a su vez visitarte, querida amiga.

Gracias de todo corazón.

Besotes.

Florencia Madeo Facente dijo...

Un modo intenso y crudo de expresar la rapidez del mundo moderno, y a la vida, que pasa en un suspiro jamás encontrado.
Un placer leerte. Saludos.

Liliana G. dijo...

Es verdad, Florence, por eso es tan importante vivir el día a día con todo el ímpetu intacto.

Gracias, de todo corazón.

Besos.

Alís dijo...

Totalmente impactante

Besos

Liliana G. dijo...

Gracias Alís :)

Besotes grandes.