miércoles, 1 de junio de 2011

RAÍCES

La noche, bajo las estrellas, se había convertido en nostalgias para el viejo. Tenía casi noventa años, o eso creía. Volvió en el tiempo recordando el antiguo aparato de televisión en blanco y negro, aquellos teléfonos con disco, inmensos, el bolígrafo “Bic”, y tantas otras cosas que se le habían quedado prendidas en la memoria.

Después vino la era de la tecnología y todo se revistió de computadoras, softwares, videos…. Pensó que nunca se adaptaría a ellas, y sin embargo, a sus cincuenta años vivió rodeado de máquinas que se le hicieron imprescindibles.

Y ahora…

¿Cómo sucedió todo? Se preguntó a sí mismo sin encontrar respuestas. Ahora la tecnología era su último recuerdo, pero estaba bien que así fuera. No quiso perder el concepto del pensamiento, entró lentamente a la cueva, y a la luz de un pequeño fuego dejó la impronta de sus manos sobre la pared de piedra.

44 comentarios:

isa y beto - descargas dijo...

awn se me ha contagiado esa nostalgia... bonita historia.
la incluire en el repertorio de cuentos para el pequeño erizo.. quiero enseñarlo a leer cosas lindas

Juan Sin Nombre dijo...

Sobrecogedor, nostálgico, brillante cuento, Lili. ¿Hasta dónde será capaz de llegar el hombre en su afán por más de todo? Vos lo dijiste... de nuevo a sus raíces.

Me dejaste pensando. Sos grande.

Besos.

(Blogger no me deja entrar con mi cuenta)

Mar dijo...

Maravilloso microrrelato que hace reflexionar, mi querida Lili.

El retorno a nuestros inicios. Todo es... cíclico, ¿verdad?.

Un millón de besos y abrazos.

Charly T. dijo...

Este cuento me gustó desde la primera vez que lo vi concursando en "El Escritor Errante". Es indudable que la carga emotiva que transmite es grande, ya que después de varios meses sin leerlo mantengo esa primera impresión del mensaje.
Lo dije en su momento y te lo digo ahora: es excelente.

Un abrazo primitivo, bien fuerte.

José Miguel Ridao dijo...

¡¡Buenísimo!! Te veo plantando una manaza en la cueva dentro de cuarenta años.

Ah, y muchas gracias. Grrrrrrrr

Liliana G. dijo...

Gracias, LuPeeTha, es un honor que lo incluyas en tu repertorio. Bienvenida.

Cariños.

Liliana G. dijo...

Creo que en su afán de ir por más, el hombre cada vez consigue menos, y ese menos se traduce no sólo en lo material sino en lo razonable y real.

Muchas gracias, Juan, si algún texto mío puede arrancar una reflexión, ha valido la pena escribirlo.

Besos.

Liliana G. dijo...

Siempre, Mar, siempre. Todo es cíclico sin lugar a dudas, el caso es que nos enganchamos en mitad del recorrido...

Mil gracias, amorosa.

Otro montonazo de besos y abrazos para vos.

Liliana G. dijo...

Sí, Carlos, siempre apoyaste este cuento, cosa que te agradezco de corazón y hoy te lo reitero, releer un texto es a lo máximo que puede aspirar quien lo escribe.

Más abrazos neanderthalensis.

Liliana G. dijo...

Si sigo sobre la tierra y no debajo de ella, dentro de 40 años lo más que podré plantar es una manita, José Miguel, pues me temo que no me crecerá en ese lapso. Jajajajaja

Ah, muchas gracias a vos, me he divertido horrores a tu costa (pero con cariño, claro)

Besos prehistóricos-futuristas.

LOTO dijo...

¡Hola, Liliana! bonito relato, como estoy buscando gente interesante, te seguiré, seguro.
Un abrazo.

PATSY dijo...

Te digo lo mismo que te dijo Charly, cuando te seguimos en el concurso, se adivinaba que tus cuentos (y los de Salvador) debían merecer un reconocimiento.
Este es uno de mis preferidos, lleva a la reflexión y allí te deja para que hagas funcionar las neuronas. Buenísimo.

Un beso grande, Lili.

esteban lob dijo...

Hola Liliana:

Me siento identificado, a 15 años todavía de aquellos 90.

Cariños.

MariCarmenblogs.com dijo...

Me gusta este relato que lleva implicito una importante reflexion. La tecnologia llega a nosotros y luego nos hace dependientes de ella.

Un beso grande poeta!

**Andrea** dijo...

A más tecnología, más desprendimiento del caudal humano, no es extraño pensar en un futuro que nos devuelva a nuestras raíces, a la búsqueda de nosotros mismos. Inquietante cuento, sencillamente estupendo.

Mil besos Lili.

Mary dijo...

Pues te va ha parecer un comentario repetido pero la verdad da igual las veces que se digan, en su momento me gusto y me hizo pensar y como dice Charly y Patsy era lógico que en el concurso reconocieran tu trabajo con relatos como este.

Un besazo¡!TKM.

Liliana G. dijo...

Hola Loto ¿Gente interesante? ¿Yo? Muchísimas gracias ¡Qué honor!

Trataré de estar a la altura de tus expectativas.

Un beso grande.

Liliana G. dijo...

Gracias, Patricia, de verdad. Sé cuánto me has apoyado en el concurso y también que lo hiciste desde la honestidad y el cariño.

Muchos besos.

Liliana G. dijo...

Creo que tarde o temprano a todos nos pasa lo mismo, Esteban, nos identificamos con otros tiempos y despuntamos la nostalgia.

Muchas gracias, querido amigo.

Besos.

Liliana G. dijo...

La tecnología, MariCarmen, es tan necesaria como perniciosa si no la sabemos utilizar como corresponde, ella debe estar a nuestro servicio y no al revés, nosotros al servicio de ella. Cuando entendamos esto es cuando mejor la disfrutaremos.

Muchas gracias, querida amiga.

Besos y cariños.

Liliana G. dijo...

Así es, Andrea, la vida nos devuelve lo que le cedemos o lo que le quitamos, el futuro nos dirá cuánto de cada cosa hemos donado a la Humanidad.

Muchas gracias.

Besotes.

Liliana G. dijo...

No importa cuántas veces me repitas lo mismo, Marita, lo que importa es con el cariño y con la convicción con que lo has dicho, y en ese sentido me consta que es infinito...

Muchas gracias, reina, de todo corazón.

Besazos. TKM

//elojodelhuracan// dijo...

Todos tus cuentos llevan a la reflexión, pero algunos, como este, estremecen por el peso de la incertidumbre de un futuro que nunca se sabe qué tan lejano está.
Muy, muy bueno.

Besos.

Liliana G. dijo...

La incertidumbre sobre el futuro es uno de los grandes temas del hombre, Jorge, de eso no caben dudas.

Gracias, amigo.

Besos y cariños.

ZEDIECK dijo...

Excelente cuento, impactante en su realismo mágico. Cada relato que te leo, es un nuevo descubrimiento de tus valores literarios y humanos.

Felicitaciones. Besos.

Linus dijo...

Un cuento que estremece, que conmueve y que hace reflexionar. Aunque no debiera de asombrarme, puesto que es una constante que manejas maravillosamente, aún así, sigues sorprendiéndome.
Enhorabuena niña, tú sí que eres buena.

Besos.

Liliana G. dijo...

Muchas gracias, ZEDIECK, es un honor que me leas con tanto cariño.

Un beso grande.

Liliana G. dijo...

Si no hay sorpresa, si no hay emoción, si no hay mensaje, tampoco hay cuento que merezca ser leído. Eso es lo que pienso y por eso me esmero en seguir trabajando para poder dar cada día más.

Mil gracias, Linus.

Besos.

Balovega dijo...

Hola de buenas noches

Un bellisimo micro relato..

Un besotes de lindos sueños

Kiki Nikon dijo...

No sé hasta adónde llegará el hombre con toda su tecnología, pero si deja de lado a su corazón, no llegará muy lejos.
Qué cuento! Estupendo.

Besos.

Rodolfo de Jesús Cuevas dijo...

Saludos cariñosos, mi estimada Lili:
Primero que todo FELICIDADES POR EL PREMIO, muy bien merecido lo tienes.
Muy importante el proceder del viejo y sabio protagonista del cuento... era justo, ante lo imperioso de la imperiosa y confusa confusión, el comenzar una nueva era que naciera a partir de él y sólo de él...
Un relato mágico encantador y, ¿por qué no?, hasta científico, querida Lili.
Besos y abrazos, para ti, hermana querida, pero muchooooossss

Liliana G. dijo...

¡Hola, Balo! Muchas gracias por tu saludo y por tu cariño, así siempre serán buenas noches :)

Besotes. Chuic

Liliana G. dijo...

Estoy de acuerdo con vos, Kiki, lo esencial del hombre no está fuera de él sino en su interior. Allí debemos buscar el origen y el fin de su derrotero.

Muchas gracias.

Besos y cariños.

Liliana G. dijo...

Querido Rodolfo, siempre es un gran placer "escucharte" reflexionar sobre mis pequeños relatos, eso representa para mí, el mayor de los premios. Palabra!

El hombre, ay, el hombre, Rodolfo... qué grandes y qué pequeños que somos ¿aprederemos alguna vez a ser humildes hijos de la tierra?

Gracias, de todo corazón, mi querido hermano. Un beso enorme.

Marcos dijo...

Impactante, Liliana, el hombre por el hombre mismo que recomienza su ciclo. Esperemos que prime la cordura y que sepamos reaccionar a tiempo.
Un micro al que no le sobra ni le falta una palabra. ¡Excelente!

Un beso.

Ainara dijo...

Cuando la memoria del pasado nos vuelve a llevar al pasado en lugar de allanar el camino hacia el futuro, es porque estamos haciendo algo muy mal, realmenente mal... Una forma excelente de revelar ese futuro incierto. Me impresionó tu lucidez para expresarlo.

Besos.

apm dijo...

Es un cuento que te deja con un regustillo inquietante en los sentidos: retorno a lo primitivo, dejando la tecnología que a veces nos deshumaniza, y, para comenzar por un principio, la impactante impronta de dejar estampada la mano en la cueva y el pensamiento fuera de ella... !oh, qué genialidad Lili!, con razón ganaste el premio: merecidísimo!!!!!

Millonazo de besitos gordísimos

Liliana G. dijo...

Que prime la cordura, Marcos ¿eso es pedir demasiado? "No hay peor ciego que el que no quiere ver", dice el tópico, pareciera que el hombre vive con los ojos cerrados. Esperemos que los abra, porque se está perdiendo algo grande como la vida.

Muchas gracias, amigo.

Besos.

Liliana G. dijo...

El pasado siempre tiene que ser la cuna de un futuro mejor, Marymar, se entiende que deberíamos haber aprendido para no repetir viejos errores. Deberíamos...

¡Gracias!

Un beso grande.

Liliana G. dijo...

Sì, apm, ese regustillo es el que nos inquieta si pensamos en el nivel de deshumanización en que estamos cayendo. La tecnología debe estar a nuestro servicio, esa es su función siempre y cuando no perdamos la noción de que somos humanos y que también sentimos.

¡Mil gracias, querida apm!

Besos y cariños gigantes :)

Antonio Misas dijo...

Bueno, ya se dice que vamos a entrar en otra glaciación, que el sol se está enfriando, quién sabe si te estás anticipando a un futuro próximo.

Besos

Liliana G. dijo...

Quien sabe, Antonio... a veces lo más loco de la ciencia ficción queda pequeño ante la realidad que tenemos adelante. Esperemos que esta vez quede sólo en un cuento.

Gracias, amigo.

Besotes.

Cinarizina dijo...

Hola Liliana, excelente relato, creo que el secreto para ser feliz es seguir avanzando sin aferrarse al pasado...las personas con capacidad de adaptación, son personas más saludables y felices. Es un gusto leerte, recibe un fuerte abrazo.

Liliana G. dijo...

Es cierto, Cina, aferrarse al pasado impide seguir el camino, pero recordarlo es reconocer nuestras raíces con nostalgia y con alegría.

Muchas gracias, querida amiga.

Besos.