domingo, 4 de diciembre de 2011

LAS ALAS DEL ÁNGEL

Cuando la sirena antiaérea comenzó a lastimar el aire con su funesto mensaje, los niños de la escuela supieron enseguida qué hacer. Lo habían practicado muchas veces en el transcurso de sus pocos años, pero esta vez no era un simulacro, esta vez la amenaza rugía sobre sus cabezas mientras el aire se llenaba de esquirlas y de presagios.
Elena escuchó, casi presintió entre las explosiones, el llanto quedo de dos hermanitos que temblaban sobre el piso desnudo, pues el miedo les había impedido buscar un refugio donde esperar la vida o la muerte con los ojos de la esperanza.
Y la esperanza llegó de la mano de Elena. La maestra se arrastró hasta donde estaban los pequeños, y en lugar de moverlos, se quedó al lado de ellos mientras sus manos, en la caricia, se transformaron en las alas del Ángel de la Guarda. Luego, su voz se abrió paso entre el ruido de metralla para contarles un cuento: “Me pregunto -dijo el principito- si las estrellas están encendidas a fin de que cada uno pueda encontrar la suya algún día.
El caos había desaparecido en derredor de los niños y de su maestra, los tres sabían dónde se encontraba lo esencial en ese momento.

62 comentarios:

MAJECARMU dijo...

Mi querida amiga,esta historia ya la había leído y tú la has recreado con gran maestría...El espíritu humano en momentos clave sabe elevarse por encima de la materia y tocar el cielo...Que responde,sin duda alguna dejándonos su paz y su fortaleza,convirtiéndolos en ángeles.
Mi felicitación y mi abrazo inmenso por tu variedad de temas y profundos mensajes.
FELIZ DOMINGO,AMIGA.
M.Jesús

Liliana G. dijo...

Este cuento fue escrito, querida María Jesús, para un concurso de Amnistía Internacional, basada en una foto que ellos proporcionaban. No tuvo suerte allí, cuando los resultados de un concurso se deben al "voto popular" gana quien más seguidores tiene en las redes sociales, y ese no es mi caso. Desconozco si mi historia pudo haber sido real (a veces la vida nos enreda en sus jugarretas), pero el cuento me gustó lo suficiente como para querer compartirlo :)

Gracias, de todo corazón, por tu cariño y tus palabras.

¡Feliz domingo! Muchos besos.

Isabel Martínez Barquero dijo...

Es un cuento agridulce, Liliana, pues el corazón se encoge conforme avanza para, al final, emitir un suspiro de alivio. Qué terrible sentir el miedo de esa forma.
Es muy dulce con los niños y su maestra, eso me ha gustado mucho.
Un fuerte abrazo.

P.S.- Como ando conociéndote, he curioseado por tu blog y me llevado una auténtica sorpresa al ver abajo del todo esas preciosas fotos de Aguilas. ¿Has estado por aquí? Yo soy de Murcia.

El alegre "opinador" dijo...

¡Qué hermosura de relato! Maravilloso y enternecedor.
Ojalá cada cual encontremos nuestra estrella.
Besos.

Eliane dijo...

Muy buen cuento. Me encantó!
Besotes

MariCarmenblogs.com dijo...

Esta historia sucedio en Mejico, azotado por la violencia del narcotrafico, pero tu la recreas de una maravillosa y espiritual manera. Compasion y ternura en un angel terrenal.

Te agradezco por compartir y te deseo una feliz semana!
MariCarmen.

PATSY dijo...

Entre la tragedia siempre aflora la esperanza y el amor. Este cuento me parece hermoso en su esencia, nos recuerda que todos estamos en este mundo para algo.
Una vez más llegás al corazón, y eso no es magia, es talento.

Un beso grande Lili.

Antonio Misas dijo...

El cuento es muy bonito, refleja muy bien la esperanza, la suerte, la fe en el ser humano, la dedicación, la entrega por encima de la propia vida de un adulto comprometido, una apuesta por el futuro a pesar de las adversidades. Hubiera sido perfecto para Amnistía Internacional ya que refleja la realidad y sus valores, pero unas, muchas veces, los concursos están cantados y otras el merito se reconoce de alguna de estás formas sin mucho sentido, por el marketing de masas, o yo que sé. Que le vamos a hacer.
Precioso el cuento.

Muchos besos Liliana.

apm dijo...

!Oh Lili, que hermosa historia!, de veras, hermosa y positiva y vitalista y solidaria y transmitiendo fundamentalmente superación... yo pienso, que en esas situaciones límites en que a veces la vida o el destino -llámese como se quiera-, nos pone por delante, hay personas que son capaces de sobreponerse al entorno hostil y buscar y transmitir belleza, amor, ternura, bondad... y encontrar -como tu bien dices- lo esencial. Yo pienso, que en verdad, hay personas que en momentos son ángeles, saben transformarse en nuestros ángeles, autenticos ángeles.

Mil besitos gordotes

Mary dijo...

Todos tenemos un ÁNGEL y siempre acude a nosotros en el momnto justo,este cuento siempre que lo lea me arrugara el corazón para luego dibujarme una sonrisa...

GENIAL QUERIDA AMIGA¡!

Liliana G. dijo...

Ese miedo era el tema propuesto en las bases del concurso, Isabel, pero no me dejo doblegar fácilmente por el pesimismo, por eso siempre trato de resolverlo con un final esperanzador, algo que nos rescate de las injusticias de la vida. Me alegra mucho que al final te haya producido un alivio :)

Desgraciadamente nunca he visitado Águilas, o mejor dicho la he visitado de la mano de mi amigo del alma, Salvador Robles, quien ha nacido allí, aunque hace años que vive en Bilbao. De modo que es como si la conociera y hasta allí me remonto, quiera la vida que me permita llegar "en cuerpo" a ver esa maravillosa tierra.
El video lo tomé prestado de Youtoube, cuando Mar, del blog "La vida sigue igual", lo publicó en una entrada. Como habrás visto, el final de este blog es un "archivo" de todos los audios de radio de Salvador y de las presentaciones de sus libros, notas y entrevistas.

Muchas gracias, Isabel, por tu interés, de todo corazón.

Besotes.

Liliana G. dijo...

¡Hola, Opi! Mil gracias, siempre digo que el reconocimiento que recibo de mis amigos supera ampliamente mis expectativas, y eso es maravilloso.

Un beso grande.

(Si la buscamos, encontraremos esa estrella.)

Liliana G. dijo...

¡Hola, Eliane! ¿Cómo estás? Es un gusto encontrarte :)

Muchas gracias, querida amiga.

Besos y cariños.

Liliana G. dijo...

Tal vez la foto que tomé de la Red, efectivamente sea de un suceso ocurrido en México, Mari Carmen, la historia en sí misma, fue totalmente imaginada a raíz de otra foto similar que se proponía en el concurso en que he presentado este cuento (y otros dos más).

Compasión y ternura es lo que se necesita en este mundo para hacerlo un lugar mejor ¿verdad que sí? :)

Muchas gracias, querida amiga, por tanto cariño.

Besotes.

Liliana G. dijo...

Si no afloran la esperanza y el amor en las peores circunstancias, estas estarán perdidas irremediablemente. Apelo al sentido de superación y de supervivencia del ser humano, la que nos impulsa a aferrarnos a estos maravillosos salvavidas.

Gracias, Patricia.

Un beso grande.

Charly T. dijo...

Un cuento maravilloso, donde las miserias humanas no pueden hundir la capacidad de dar amor en las peores circunstancias.

Da gusto leer y reflexionar sobre tus textos, querida Lili.

Besos.

Liliana G. dijo...

Exacto, Antonio, esos méritos eran los que debían resaltarse en los cuentos concursantes. No digo que este fuera "el mejor" entre cientos, lo que cuestiono es el método de elección, como bien has dicho el "marketing de masas". De Todos modos siempre queda algo bueno entre tanta manipulación, lo que no sirve en un sitio sirve en el otro :)
Escribí dos más sobre el mismo tema, no es este el que más me gusta personalmente, ya iré publicándolos.

Mil gracias, querido Antonio, vos sí que la tenés clara...

Liliana G. dijo...

Exacto, Antonio, esos méritos eran los que debían resaltarse en los cuentos concursantes. No digo que este fuera "el mejor" entre cientos, lo que cuestiono es el método de elección, como bien has dicho el "marketing de masas". De Todos modos siempre queda algo bueno entre tanta manipulación, lo que no sirve en un sitio sirve en el otro :)
Escribí dos más sobre el mismo tema, no es este el que más me gusta personalmente, ya iré publicándolos.

Mil gracias, querido Antonio, vos sí que la tenés clara...

Pilas de besos.

Liliana G. dijo...

Yo pienso lo mismo, apm, respecto de que hay personas que se convierten en nuestro "ángel", gracias a su capacidad de brindarse, de ayudar, de ser solidarios. A veces, una sola palabra basta para confortar o salvar a una persona. Hay mucha de esta gente, apm, sólo que se le da prensa a los malos, esto es algo así como un amarillismo de la vida...

¡Muchísimas gracias!

Besotes.

Liliana G. dijo...

Es verdad, Mary, hay muchos ángeles rodeándonos y esperando darnos una mano (¿o un ala?) cada vez que lo necesitemos. Generalmente esos ángeles se llaman AMIGOS. ¿Verdad que sí?

Mil gracias, reina.

Un beso enorme. TKM

josef dijo...

Un relato tierno y auténtico.
De una gran calidad.

Un abrazo.

Marymar dijo...

Qué emotivo y qué dulce, me maravilla la forma en que podés dar vuelta una situación límite. La esperanza siempre es protagonista de tus cuentos. Para mí leerte es un premio.

Un beso, Liliana.

Campanilla dijo...

Suerte la de encontrarte y poder leer algo tan humano y bello como lo que escribes. Un besito, Campanilla.

Cinarizina dijo...

Hola Liliana...gracias por compartir este hermoso relato. No cabe duda, de que el amor siempre vence al miedo. QDTB, recibe un fuerte abrazo.

ZEDIECK dijo...

Una historia emotiva, el lector se ubica en la escena, está allí, la ve y la siente. El final es un canto a la esperanza. Hermoso!

Besos.

Liliana G. dijo...

Muchas gracias, José. A veces estamos condicionados a escribir sobre los temas impuestos, este es el caso, pero me dio gusto hacerlo.

Otro abrazo.

Liliana G. dijo...

Y mi premio es que me leas, Marymar. Muchísimas gracias.
Justamente en las situaciones límites es cuando más fuerte debe ser la esperanza.

Besotes.

Liliana G. dijo...

También para mí es una suerte haberte encontrado y que te poses, con tus alitas abiertas, en Cuentos.

Muchas gracias y ¡Bienvenida, Campanilla!

Un beso grande.

Liliana G. dijo...

El amor es el más fuerte de los sentimientos, puede vencer al miedo a base de caricias :)

¡Gracias, Cina!

Besos y cariños.

Liliana G. dijo...

Me encanta que el lector se sienta identificado con lo que lee, en este caso, mi cuento. Sé que no es fácil llegar, pero lograrlo es el premio.

Muchas gracias, ZEDIECK.

Besos.

julia rubiera dijo...

gracias querida amiga por regalarnos tan bella y emotiva historia, besinos miles de esta amiga admiradora de tu sublime alma de escritora y poeta.

PACO HIDALGO dijo...

Momentos duros, muy duros, Liliana, pero con fe, siempre puede aparecer el ángel de la guarda. Emocionante relato. Aunque tarde en pasar, no me olvido de este maravilloso espacio. Tenemos menos contacto, pues desaparecí del face, pero sigo estando. Un abrazo.

//elojodelhuracan// dijo...

Excelente relato, pone de manifiesto los valores esenciales del hombre en las circunstancias límites. El amor, la solidaridad y la entrega se convierten en el hilo conductor para la supervivencia.
Felicitaciones!

Besos. Que tengas un gran fin de semana.

tecla dijo...

Este cuento me suena mucho haberlo vivido.
Te felicito Liliana

Antonio Misas dijo...

No me olvido de tus pleitos con la in-justica. Siempre que vengo a verte pienso es eso. Ojalá que que la balanza se incline de tu lado. Es mi deseo querida Liliana.

Besos y abrazos

Chogüi dijo...

En los momentos difíciles y de máxima angustia en las que nuestro corazón se estremece y se llena de miedo como si fuera un niño, alguien nos protege y nos da valor a través una palabra de consuelo que nos fortalece y ahuyenta el miedo talvez de las dificultades de la vida.
Muy bonito cuento estimada Liliana G.
Es un gusto leerte y deleitarse con tu narrativa que siempre nos arroja un mensaje de reflexión.

Abrazos.

Sandra Figueroa dijo...

Hola amiga, existen angeles en la tierra, aparecen en momentos necesarios. Por aca sucedio algo parecido a lo que narras en este cuento. La maestra fue un angel para esos niños asustados por el sonido de metrallas.......por aca en Monterrey, la violencia va en aumento. Un palcer leerte. Besos, cuidate.

Liliana G. dijo...

Muchas gracias por tu cariño, Ozna, encontrarlo en el camino de mis letras, es un regalo.

Un beso grande.

Liliana G. dijo...

Hola, Paco, es un gusto volverte a encontrar. Todos "desaparecemos" por momentos, y es lógico, hay más vida detrás de un teclado.
Gracias por estar aquí y por tus palabras.

Otro abrazo.

Liliana G. dijo...

Es verdad, Jorge, las situaciones límites son el termómetro que mide nuestra capacidad de reacción y de solidaridad.

Muchas gracias, querido amigo.

Besos.

Liliana G. dijo...

Qué duro, Tecla, una cosa es un relato y otra muy distinta es haber vivido una experiencia tran traumática.

¡Gracias!

Cariños, y buen fin de semana :)

Liliana G. dijo...

Por desgracia, la in-justicia es lenta en su miserable burocracia, Antonio, y puede tardar varios años. Me armaré de la paciencia que nunca tuve ¡qué remedio! Y lo haré porque tengo confianza en que la balanza se incline hacia donde debe, no porque crea en las instituciones, sino porque creo que la impunidad, como la mentira, tiene patas cortas y siempre se llega a derribarla.

Mil gracias por tu interés y cariño, Antonio, para mí valen muchísimo.

Más besos y abrazos.

Liliana G. dijo...

Es muy cierto, Chogui, siempre hay una mano amiga que se convierte en alas para protegernos y animarnos cuando más lo necesitamos. Por fortuna vivimos rodeados de amor, porque en definitiva es el amor el que nos termina salvando.

Muchas gracias, Chogui, es un placer compartir este espacio con vos.

Un beso.

Liliana G. dijo...

Los cuentos, Sandra, aunque son ficción siempre están basados en experiencias de la vida real y esta no es la excepción, se ha sabido de innumerables casos parecidos, es cierto, lo importante es la entrega de quien se arriesga por el prójimo.
La escalada de violencia no sólo sucede en tu país, en el mío también. Por desgracia el ser humano no aprende de sus errores.

Muchas gracias, Sandra. Que tengas un gran fin de semana.

Besos.

Linus dijo...

Hay mucha ternura entre tanta miseria. La historia que bien pudo haber pasado innumerables veces, se constituye en un homenaje en tus manos. ¡Enhorabuena!

Más besos para ti.

Ramon Bonachi dijo...

Maravilloso relato , como solo tu sabes hacer, encoje el alm saber que esas cosas ocurren en la realidad, un fuerte abrazo y gracias por visitar mi rincon

magdalenacontreras dijo...

Precioso relato,se hiela el alma sólo pensar que que poe desgracia ocurren en la realidad.
También hay mucha ternura entre toda la miseria, que en tus letras lo has expresado muy bien.
Felicidades¡¡
Besos.

Liliana G. dijo...

Entre las miserias, siempre aflora la luz de la esperanza, del amor y de la ternura, eso es lo que hace que vivir sea una maravillosa aventura.

Muchas gracias, Linus.

Un beso.

Liliana G. dijo...

Sí que duele en el alma pensar que estas cosas, producto de las miserias humanas de los adultos, pueden afectar a la inocencia de los niños.

Muchas gracias, Ramón, es un placer pasar por tu rincón y saludarte en el mío :)

Besos.

Liliana G. dijo...

Mil gracias, Magda, la intención no es jugar con el dramatismo sino darle la oportunidad de redención a una circunstancia tremenda. El amor puede con todo cuando se brinda de corazón.

Un beso grande.

Kiki Nikon dijo...

Un cuento precioso, donde la angustia de los primeros párrafos, se diluye ante un gesto de amor. ¡Y qué gesto!
Felicitaciones por hacer de la tragedia un canto de esperanza.

Besos, Lili.

**Andrea** dijo...

Sobrecogedor y tierno, me admiran tus finales, siempre dejan una ventana abierta.

Un cariño grande.

Liliana G. dijo...

Es la esperanza la que mueve al mundo, Kiki, la esperanza y el amor. Sin estos ingredientes sería difícil enfrentarse a la vida que muchas veces se empeña en ser dura.

¡Muchas gracias!

Besos y feliz comienzo de semana.

Liliana G. dijo...

Esa ventana, Andrea, es para que siempre nos asomemos a la vida y disfrutemos de todos sus amaneceres.

Gracias, querida amiga.

Otro gran cariño para vos.

Rodolfo de Jesús Cuevas dijo...

Mis saludos, estimada Lili:
Inicio tenso, nudo intenso y final encantador. Así mismo es, querida hermana Lili, lo esencial es invisible a los ojos, pero los seres puros podemos verlo con el alma. Ciertamente soberbio el micro éste.
Salud y parabienes, Lili querida, junto a mis mejores abrazos. Que tengas muy felices días.

Liliana G. dijo...

Hay circunstancias que nos ponen a prueba, Rodolfo, y son las que van determinar cuánto valemos como seres humanos.

Muchas gracias, querido amigo.

Un beso enorme y un gran abrazo.

P MPilaR dijo...

He accedido a este enternecedor cuento un poco tarde: Me hubiera gustado adelantarme, pero la salud y otras razones lo han impedido.
Un cuento que conmuve, que hace pensar en los valores que las más de las veces nos pasan desapercibidos, sobre todo si los valores son del 'prójimo', cercano o lejano.
Un abrazo grande

Liliana G. dijo...

Querida Pili, espero primeramente, que tu salud haya mejorado, nadie mejor que yo para ponerse en tu lugar :)

Gracias de todo corazón por valorar este cuento, que sí, lleva muchos mensajes entre líneas, mensajes que nuestra sensibilidad no puede pasar por alto.

¡Gracias, de todo corazón! Y ¡Feliz 2012!

Un beso grande.

Juan Romero dijo...

O la obligación de la heroicidad.


Saludos.

Liliana G. dijo...

Creo que este tipo de cosas no se hace por obligación, sino que nace de la vocación de servicio que pueda tener la persona, de su amor a la vida y de su amor al prójimo. La humildad es la que hace al verdadero heroísmo.

Gracias por tu opinión, Juan ;)

Abrazos.

GarlaKat dijo...

Lo mas triste es que esta es la historia de muchas Elenas y muchos niños del mundo. Pero también lo hermoso es saber que hay Elenas por el mundo y las letras en todos los momentos son un gran refugio.

Liliana G. dijo...

Detrás de las historias tristes, siempre hay otras historias de amor, de entrega y de valor. Estas letras pretenden rendirle tributo a todas las Elenas del mundo.

Besos.