sábado, 24 de mayo de 2014

LA CARTA




Sentado frente al monitor de la computadora, ensayó escribir una carta de amor. Las palabras pugnaban por trascender el frío plasma que les daba vida a través de un software sin sentimientos,  simplemente porque el disco rígido era como un corazón de piedra, incapaz de crear una base de datos para prodigarle felicidad al hombre.
Lo intentó una, dos, tres veces…  a la cuarta, se dio por vencido y apagó la máquina.  Buscó papel y pluma, y recuperando su esencia, escribió la carta en un suspiro.