Lo habían encontrado en la escena del crimen,
ensangrentado, tembloroso y enroscado en un rincón. Cuando la policía lo
detuvo, no dijo palabra, sus ojos querían decir mil cosas pero era incapaz de
despegar los labios. El médico forense diagnosticó “estrés postraumático”
y fue derivado a un hospital psiquiátrico hasta que pudiera contar cómo se
habían desarrollado los hechos. El inspector Costa Mora arriesgaba hipótesis
que se caían, indefectiblemente, por su propio peso. Pasaron los días y el
sospechoso seguía sin hablar, con la mirada perdida en la nada y la boca cosida
por el silencio. La esposa de la víctima no se cansaba de hostigar a
Costa Mora, le exigía justicia, le pedía celeridad, necesitaba que el difunto
descansara, decía, en paz.
Al cabo de una semana, el inspector arrestaba a la
viuda por el asesinato de su marido. Fue cuando averiguó que el sospechoso era
el amante del hombre, lo único que pudo escribir, en un papel sucio, antes de
suicidarse por amor.
Finalista
de “Relatos Policíacos”Convocado por Letras con Arte – Agosto de 2015
17 comentarios:
¡Muy bueno, Liliana!
¿Verdad que sí? Jajajajaja Fuera de broma, cuando lo escribí intenté salirme del tema clásico, sin embargo al jurado le interesó uno con final mucho más previsible. Gajes del oficio :)
¡Gracias, Diego!
Abrazos y cariños.
Lo releí varias veces y sigo opinando que es una maravilla de cuento. Me deja la sensación de "poco", me hubiera encantado que continuara...
¡Felicitaciones en grande!
Un beso Liliana. Se te extrañaba.
Geniaaaaaaaaaaal!!! Sé que te lo digo hasta el cansancio, pero habría que ser necio para no apreciar tu inventiva literaria.
Todavía estoy impactada con el final!!!
Besos Lili.
Es que en el concurso se pedía una cantidad determinada de palabras, por eso no me pude tomar la licencia de hacerlo durar un poco más, tal vez en otra oportunidad, lo retome.
Gracias, ZEDIECK. Un abrazo grande.
Me alegro de que te guste, Patri, y sí, me lo decís día por medio, maso, jajajaja
Pilas de gracias, hermana, y besos.
Gracias por compartir.
Gran laberinto a descifrar.
Besos.
Muy bueno, Liliana
Al igual que Costa Mora, arriesgué varias hipótesis y tampoco acerté. Me gustó la sorpresa, me invitó a muchas reflexiones.
Un abrazo
Así Liliana.
Las cosas no siempre son lo que parece, el ser humano y su comportamiento son inspiracion inagotable, y aquí lo has bordado.
Un abrazo.
Ambar
Sorpresivo final
Abrazo
¡¡ GENIAL !!
SALUDOS Y SIGO LEYÉNDOTE
Inesperado...cruel...realista.¡Notable!
Hola Liliana.
Paso a desearte un buen fin de semana y me quedo a releer este interesante relato.
Un abrazo.
Ambar
sos única con tus letras
les das la forma y el encanto
que se necesita para ser buena escritora
Para hacer pensar un poquito al lector, Olga :)
Gracias, amiga.
Un abrazo.
Esa era la idea, Alís, un final sorpresivo e impactante, es decir, un cóctel para que el lector piense y se divierta.
Gracias!!
Abrazos.
Es verdad, Ámbar, los humanos somos impredecibles y eso nos produce desaciertos. Menos mal que nos dejan, por lo menos, libreto para que los que escribimos le saquemos el jugo :)
Muchas gracias, amiga.
Besos.
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