domingo, 6 de septiembre de 2009

LA CHISPA



No recuerdo cuándo comenzó a brillar. Quizás su esencia siempre estuvo mucho más allá del tiempo y del espacio y sólo una circunstancia entre miles hizo que se adhiriera a mi vida. Llamaba la atención, no lo niego. La gente se admiraba cuando me escuchaba hablar, cuando recitaba mis poemas, cuando escribía un cuento…, en todos y cada uno de mis movimientos la chispa fulguraba con el ímpetu de un caballo desbocado y maravilloso.

Tuve que acostumbrarme a ella de a poco. En un principio, confieso que me asustaba en un grado considerable ya que se había manifestado exigente hasta el límite, de manera tal que por las noches no me dejaba dormir y me obligaba a escribir sin descanso hasta que el alba me encontraba exhausta y muchas veces perdida en mis propias cavilaciones. Hasta que aprendí a dominarla. Descendí voluntariamente del pedestal que ella me había construido y pude seguir caminando entre la gente llevándola oculta bajo el digno manto de la humildad.

Supe por intuición que ella y yo conformábamos una unidad indivisible y que así continuaríamos para siempre en una comunión fantástica. En algunos momentos la chispa quedaba reducida a una simple imagen mental y parecía que iba a desaparecer en cualquier instante. Era entonces cuando yo, que la había adoptado, me desesperaba hasta el límite tratando de avivar aquel pequeño punto, y justo en el momento en que mis plegarias llegaban al cielo, un chisporroteo de vida la ponía nuevamente en movimiento y juntas continuábamos trazando destinos de Letras. Otras veces sus destellos me encandilaban peligrosamente y perdía el control de mis actos. Era entonces cuando debía cerrar muy fuerte los ojos, hasta interponer mi corazón como pantalla, para que atenuara su luz y yo pudiera volver a sopesar mis intenciones en el equilibrio tenue y sutil de aquella partícula inesperada.

Hasta que un día me desperté y no la vi. La busqué en cada rincón de mi habitación, en cada resquicio de la casa, en cada macetero del patio e incluso, entre los pliegues maravillosos de mis sueños. Pero no la encontré. Era absurdo, ella no podía abandonarme ni yo a ella, así que supuse erróneamente que se había escondido para jugarme una mala pasada, pero ante la inutilidad de mis razonamientos di por sentado que la había perdido y comencé la verdadera búsqueda, aquélla que me elevó hasta el éter y la que me sumergió hasta los infiernos, y aún así no la encontré.

¿Qué iba a ser de mi vida sin la chispa?
¿Mi vida? ¡Qué absurdo!
Mi vida era la verdadera chispa que siempre habitó mi interior, allí en el mágico laberinto de las musas que ofrecen a las almas el regalo de la creación…

40 comentarios:

Mª Ángeles Cantalapiedra dijo...

muy bien escrito y expresado...
un saludo

MAJECARMU dijo...

Liliana bellísimo relato..!!

Cuando yo era pequeña sentía una voz que me exígia muchas cosas.. era como tu chispa.. fui acomodándome a ella poco a poco. A lo largo de los años me di cuenta que esa vocecita era mi propia conciencia,que me juzgaba y no me dejaba. Ahora, está conmigo,aunque no la sienta.. soy yo misma que dirijo mis días y mis pensamientos..!

Disculpa que te haya hablado de mi.. pero me siento totalmente identificada conn tu escrito,que me ha parecido extraordinario.. Veo con claridad tu talento y tu nobleza interior.

Un abrazo muy fuerte,amiga.
M.Jesús

Linus dijo...

Una maravilla de relato. Ojalá todos tuvieramos tu "chispa", esa con la que nos deleitas y nos haces sentir en tu mundo cuando se te lee.
Te mereces el mejor de los cariños.

Mi dominio dijo...

TÚ ERES LA CHISPA...TÚ ERES EL REGALO DE TODOS NOSOTROS,TUS SEGUIDORES QUE TE ADORAMOS!!!!

NO SE PUEDE EXPRESAR MEJOR,LILI PRECIOSO.

UN SUPER ABRAZO!!!

Liliana G. dijo...

Gracias Mª Ángeles, un beso grandote.

Liliana G. dijo...

Maravilloso relato de tu niñez, M. Jesús, de ninguma manera debés pedirme disculpas por hablarme de vos, todo lo contrario, me siento halagada de tu confianza.

Muchas gracias por tus cálidas y cercanas palabras.

Un fuerte abrazo.

Liliana G. dijo...

Mil gracias Linus, creo que todos tenemos esa chispa, sólo hace falta prestar atención a nuestro propio interior para encontrarla...

Besos.

Liliana G. dijo...

¡¡GRACIAS MARITA!! ¡¡CUÁNTO AMOR TODO JUNTO!!
Qué te puedo decir, más que me inflo de puro gusto... Jajajajaja

Un beso inmenso.

PATSY dijo...

¡¡Qué bonito!! Los que te conocemos personalmente sabemos que sos esa chispa, que no les quepa la menor duda. ¡Y se nota!

Besos, amiga.

Rosario Robredo dijo...

Liliana ¡que hermoso! como siempre bordas las palabras!!!
Un gusto leerte!

Un besazo

Charly T. dijo...

Coincido plenamente con Nirvana, conocerte es saber que sos esa chispa, es esperar escuchar la palabra justa, la risa espontánea, la explosión de vida que te rodea y que transmitís a los cuatro vientos.
Besos inmensos. Te queremos.

Liliana G. dijo...

Jajajaa ¡Gracias Nirvana! Lo voy a tener el cuenta.

Besotes.

Liliana G. dijo...

Hola Charo, tus visitas son un verdadero gusto.

¡Mil gracias!

Muchos cariños.

Liliana G. dijo...

Uff Charly, al final de la risa voy a pasar a la emoción con ustedes. Yo también los quiero, de todo corazón.

¡Gracias!

Un abrazo de oso.

esteban lob dijo...

Hola Liliana:

Se nota plenamente que desde entonces "la chispa" no te volvió a abandonar, para suerte de tus lectores.

Cariños.

ELILUC dijo...

Liliana, te conozco a traves de tus escritos y si, tu eres esa chispa que todos quisieramos tener. besitos mery

Liliana G. dijo...

Gracias Esteban, sos muy amable, el cuento es viejo y mi intención no fue "ponerme en estrella".

Muchos cariños.

Liliana G. dijo...

Hola Mery, como le decía a Esteban, éste es un viejo cuento con el que nunca quise "brillar"... Es pura metáfora.

¡Gracias! Besotes.

Silent dijo...

Realmente me ha gustado y bien que te entiendo yo había perdido esa luz, pero hoy con tu cuento realmente entendí de lo que se trata la chispa, la chispa adecuada.

Saluditos... te estaré siguiendo.

Anónimo dijo...

Fantástico Lili, y seguramente, sin dudas, no has perdido la chispa, esta brilla dulce y hermosa en cada una de tus letras!

Besitos

Juan Sin Nombre dijo...

Hay que tener una chispa mágica para poder escribir en la forma en que vos lo hacés... Muy bueno.
Abrazos.

Liliana G. dijo...

¿Mi cuento te hizo entender? ¡Qué genial, Silent! Es el mejor comentario que me podés hacer.
Te espero cuando quieras.

¡Gracias!

Cariños.

Liliana G. dijo...

¡Muchas gracias Fiamma! Una dulzura...

Besotes.

Liliana G. dijo...

Muy halagada, Juan Sin Nombre. Gracias de todo corazón.

Cariños.

Marcos dijo...

Hola Lili, esta "chispa" es la que mejor te describe en todos los sentidos: sos una ardilla de inquieta; adónde vas llevás sonrisas, risas y carcajadas; tenés una imaginación de oro y para colmo, das con el alma...
Espero haber podido abarcar aunque sea, algo de lo realmente sos para los que tenemos la suerte de conocerte.

Amiga del alma, besos mil, nos vemos.

lanochedemedianoche dijo...

Esa chispa que vive en tu interior es tu alma que transita valientemente en tu ayuda, ella y vos son una misma fibra de ingenio y creatividad, tu chispa es tan importante que si la perdieras te perderías tu, sensacional como expresas ese sentir por las letras, un gusto pasar por tan hermoso blog volveré.

Besos

Liliana G. dijo...

Marquitos ¡qué dulce! Mil gracias amigo querido... es la primera vez que me quedo sin palabras... jajaja

Un beso gigante.

Liliana G. dijo...

¡Bienvenida medianoche! Tenés mucha razón, el día que pierda esa chispa ya no seré yo...

Muchísimas gracias por tan cálidas palabras.

Besotes.

el piano huérfano dijo...

Muy bueno tu relato,bien experesado, y has dado con la clave no se puede sin la chispa y a mi me falta como aire

Gracias por compartir un placer leerte

Liliana G. dijo...

Gracias el piano huérfano, es fácil dar en la clave, lo difícil es hacerse cargo de ella.

Te dejo mi chispa hasta que encuentres la tuya, quiero que sigas respirando...

Un beso grande.

Emma Núñez dijo...

Se escondió dentro de tí para no extraviarse, porque ella sin tí no sería la misma. Maravilloso Liliana, me encantó. Un beso! ;)

apm dijo...

Ay Lili, !como me gustaría tener tu chispa!... maravilloso el relato, corazón, muy, pero que muy bien transmitido

Un besote enorme, ya sabes, gordisimo y sonoro

Liliana G. dijo...

Muchas gracias querida Emma, es hermoso poder llegar de esta manera y sentirte tan cerca.

Besos y cariños.

Liliana G. dijo...

apm ¿y quién dijo que no la tenés? Buscala dentro tuyo que seguramente la encontrarás...

Mil gracias, dulce.

Besotes ruidosos.

Maripaz dijo...

Que bonito escrito Liliana.La chispa es necesaria,para trasmitir a los demas lo que llevamos dentro.
A veces, viene intensamente y nos encadena, es tál la pasión que llena nuestro interior...Otras veces, desaparece, y no hay manera de encontrarla.
Tú, como buena escritora, nos deleitas con tu maravillosa chíspa.
Mil gracias

Liliana G. dijo...

¡Hola Maripaz! Es cierto, pero las veces que no la encontramos es porque la desesperación de no tenerla nos impide buscarla donde realmente se esconde. ¡La chispa no se irá nunca de nuestro interior!

Gracias por tu visita, estoy encantada.

Un beso grande.

MAJECARMU dijo...

Liliana te felicito por tu elegancia en la respuesta a una corrección.. Espero que el corrector también sepa ser elegante en las correcciones que le plantea la vida..

Mi abrazo y mi apoyo siempre,amiga.
M.Jésús

Liliana G. dijo...

No sé cuán elegante he sido M. Jesús, pero si lo fui, he demostrado que se puede serlo sin dejar pasar ciertas "cosas". Muchas gracias por estar siempre tan atenta.

Un beso grande.

Antonia Maíllo Zamora (Antoñi) dijo...

Liliana, que bonito lo has escrito, esa chispa que yo llamo fantasmas, voces que me hablan sin cesar que luchan en mi interior para tener vida. A veces parezco poseída, están dándome la lata hasta que me paro y lo escribo y otras hago secretaria a mi amiga Sensi y le dicto, pobrecita que paciencia tiene conmigo, creo que rebordea lo mártir, y otras muchas hablo sola. A mí como a ti se mete en mis sueños o no me deja dormir…
Al margen de todo eso, si debo decirte que tú chispa, tiene mucha fuerza, muchísima, eres escritora y de las más completas que he tenido el honor de leer por aquí, tú puedes escribir lo que quieras y te aseguro que no es un cumplido es la verdad…

Quiero leer tu relato "Monologo de Don Alfonso", pero ando escasa de tiempo, es poco el que puedo dedicarme a mi misma últimamente, pero me encanta tu forma de escribir, tienes lo que se dice por mi tierra, “Duende”…
Gracias por tu obsequio es un lujo y un honor para mí que me lo ofrezcas y con muchísimo gusto lo luciré en mi blog… Besos, Antoñi

Liliana G. dijo...

Esa chispa Antoñi, es la que no tiene otro nombre que "Inspiración", la que nos persigue dónde estemos y con quién estemos, la que afortunadamente no nos da tregua... y por lo visto ambas sabemos de qué se trata :)

No te preocupes por no poder leer más, a todos nos pasa lo mismo, yo estoy desaparecida de un montón de lados, pero a veces no queda más remedio...

Me encantó lo de "Duende", por aquí lo llamamos "Ángel", es estupendo poder intercambiar modismos.

Mil besos amiga.